Javier Ortega, o la felicidad encarnada en periodismo

ESCENA. Javier, junto a sus compañeros de TVC, canal de propiedad de Diario El Comercio.
ESCENA. Javier, junto a sus compañeros de TVC, canal de propiedad de Diario El Comercio.

Un equipo de El Comercio fue secuestrado por un grupo criminal el 26 de marzo. Este es el perfil del reportero.

Es posible que las dos grandes pasiones de su vida sean el periodismo y el fútbol. Aunque también le apasionan su familia y sus amigos. Javier Ortega es un reportero versado, instintivo, dotado de un olfato periodístico que solo lo tienen quienes no entienden su propia vida sin eso de contar historias. Luego de vivir su infancia y su adolescencia en España, decidió estudiar Comunicación Social en la Universidad Politécnica Salesiana y luego hacer carrera en la redacción de diario El Comercio, donde maneja temas de seguridad y judiciales. Él es uno de los tres secuestrados desde hace ocho días por grupos irregulares en la frontera norte.

Javier es el tercer y último hijo. Álex Ortega, su hermano, recuerda que cuando sus padres iban a retirar la libreta en la escuela siempre lo felicitaban: desde pequeño fue un gran lector. Para su padre, Galo Ortega, leer las notas de Javier en El Comercio constituye uno de los motivos de mayor orgullo. “Nadie de la familia se encuentra bien ante esta circunstancia, mi papá y yo estamos mostrando fortaleza, mi hermana está desolada y mi mamá se hace la valiente, pero yo puedo ver que no es así”, dice Álex.

Sin embargo, tiene cierta tranquilidad porque sabe que su hermano es un hombre fuerte. “Sabemos la serenidad que tiene. Es una persona muy tranquila, no es nada enérgico, es pacífico, creo que eso va a ayudar mucho”.

HISTORIA. Ortega, durante una de sus coberturas para diario El Comercio.
HISTORIA. Ortega, durante una de sus coberturas para diario El Comercio.

Pasiones
Sobre ese inicio en las ‘lides’ de este oficio, Santiago Molina, periodista de El Universo, recuerda la ocasión en que estaban los reporteros judiciales revisando “la nota interna” de la antigua Policía Judicial, en las calles Roca y Juan León Mera, cuando alguien avisó que se había cometido un crimen y todos, “en tumulto”, fueron hacia el lugar de los hechos. “De pronto, en mitad de los cuatro colegas que estábamos en el sillón de atrás del auto, apareció uno pequeñito, moreno y churón que me dijo ‘hola’”, recuerda Molina. Y que cuando le preguntó qué hacía allí, Javier le respondió: “Como oí que salían a una cobertura, salí con ustedes y me subí en el mismo carro”.

32
años tiene el reportero de El Comercio. Con ese tipo de detalles, llenos de gracia e ímpetu, Javier no solo se ganó la amistad de los reporteros de otros medios que cubren esa fuente, sino demostró su trabajo impregnado con el sentido de la responsabilidad. “La verdad es que Javier, ‘Chaparrito’ como cariñosamente siempre le digo, es de los periodistas que no solamente tratan de estar en el lugar de las noticias y entender lo que está pasando sino trata de contrastar en todo momento”, dice Molina, que ha cubierto juicios con él hasta la medianoche y revisado expedientes durante horas.

Valentín Díaz es uno de los colegas de Javier en el equipo de El Comercio y entre el 25 y el 30 de abril de 2016 cubrieron juntos el terremoto que desoló Manabí. “La diferencia entre él y yo en esa cobertura era que él las cachaba todas”, dice Díaz, que en ese entonces empezaba el ejercicio de su carrera. “Sabía todas las autoridades con las que había que hablar y las preguntas que había que hacer, tenía un conocimiento súper certero de lo que había que buscar y un instinto periodístico súper interesante para encontrar historias”, dice.

8
días desde el secuestro se cumplen hoy. Díaz considera a su colega una persona “súper pilas”. “Es capaz de escuchar el audio y transcribir la entrevista mientras el auto está en movimiento, sin marearse, todo de una”, señala.

Sobre su otra gran pasión, el fútbol, o el Barcelona de España, cuya actual imagen más universal es Leonel Messi, también hay anécdotas. Valentín dice que es uno de los mejores futbolistas de El Comercio. Uno de sus mejores amigos, el periodista Francisco Lasso, de este Diario, lo sabe extremadamente competitivo. “Todos los miércoles jugamos en Conocoto y como le sabía hacer galletas, siempre busca ir en el equipo contrario al mío para ganarme”, dice.

REALIDAD. El fútbol es su otra pasión.
REALIDAD. El fútbol es su otra pasión.

Regreso
Álex Ortega recuerda que le dolió “en el alma” cuando su hermano Javier se fue a vivir a España, pero también conserva la felicidad de cuando lo volvió a ver: “Le encontré cambiado la voz, todo un hombre; realmente me llené de satisfacción y mucha alegría, fue un momento muy noble que nunca olvidaré”.

Javier es el primer periodista de la familia y su hermano revela que, en el momento del secuestro, era la tercera vez que había cobertura en la zona de San Lorenzo. “Cuando una persona no tiene la vocación para desempeñar su trabajo tira la toalla, pero mi hermano escogió la carrera porque le gusta y así lo demuestra en el desempeño de su trabajo, la pasión que él le mete”.

La imagen que en estos días Valentín Díaz ha evocado de su colega es precisamente la de la cobertura del terremoto. “Después nos reunimos todo el equipo para salir de Bahía hacia Quito y, de repente, nos dimos cuenta de que estábamos a la orilla del mar. En toda esa semana no habíamos tenido un minuto para bañarnos”.

Luego de informar sobre el desastre, esa pasión que siente por el fútbol y esa serenidad que le hace un ser alegre, le empujaron hacia las olas. Javier Ortega se sacó la ropa y entró, en bóxer y risueño, al mar de Manabí. (MMD)

Protesta en el Cambio de Guardia
° La vicepresidenta, María Alejandra Vicuña, presidió ayer el Cambio de Guardia en el Palacio de Carondelet, donde periodistas y fotógrafos levantaron sus voces para pedir respuestas al Gobierno sobre los 3 miembros del equipo periodístico de diario El Comercio que fueron secuestrados el pasado martes.

Amigos, familiares y colegas del reportero Javier Ortega, del fotógrafo Paúl Rivas y del conductor Efraín Segarra, mostraron carteles, mientras que los fotógrafos levantaron sus cámaras, para protestar por la falta de información del Estado sobre las negociaciones para la liberación. Hoy se cumple una semana desde el secuestro, perpetuado por una agrupación criminal asociada a disidentes de las FARC y al tráfico de drogas.

FRASES

Sabemos la serenidad que tiene. Es una persona muy tranquila, no es nada enérgico, es pacífico, creo que eso va a ayudar mucho”. Álex Ortega, hermano de Javier.

De pronto, en mitad de los cuatro colegas que estábamos en el sillón de atrás del auto, apareció uno pequeñito, moreno y
churón que me dijo ‘hola’”. Santiago Molina, Reportero de El Universo.