Se fueron como muchachos regañados

ATILIO RUGEL ALBÁN

“Añorar el pasado es correr tras el viento”, Proverbio Ruso. Qué vergüenza y ahora que se han quedado sin voz por tanta insolencia que se escuchaba de los defensores y rebeldes sin causa seguidores del expresidente Correa, que deja al país envuelto en una vorágine de entuertos que constituyen el obstáculo que impide el crecimiento y desarrollo, no solo del presente, sino también del futuro. Muchos asambleístas de la hoy RC sintiendo el rechazo del pueblo, no se presentaron cuando se votó por la salida de Serrano lo que se da porque no pudieron tapar el sol con un dedo.

Nos preguntamos, ¿dónde estuvieron los 31 honorables que faltaron? ¿Por qué se escondieron y no dieron la cara? De tal manera que cuando se concretó la votación que sumó un número mayor a 86 votos, los que no querían traicionar los principios de la ‘involución ciudadana’ salieron en fila y a la carrera como huyendo del diablo; pero por fortuna los lentes de las cámaras los enfocaron y hoy deben sufrir las congojas de haber perdido el apoyo del pueblo que pide sanción para los hambreadores y corruptos por un mal intencionado manejo de los fondos públicos.

Toda esta situación se dio cuando se eligió a la nueva presidenta del Poder Legislativo, Elizabeth Cabezas. Por respeto a lo que hemos hecho referencia y como sabemos que el único lugar que no tiene retroceso es el ridículo, allí permanecieron estancados ahogándose en un mar de desesperación que todavía los alienta e intentan ponerlos nuevamente en el escenario político.

Que se nos escape a los ecuatorianos para siempre de nuestra mente las noches negras que nos llenan de recuerdos abortados, donde la maledicencia y el odio fueron el timón que guía a sus vidas. Tenemos que apartarnos de los traumas que nos han dejado como herencia y así como el ave Fénix elevarnos nuevamente y caer en un valle lleno de esperanzas con la bendición del Ser Supremo. No olvidemos que por un principio de materialismo dialéctico todo puede cambiar y así romper las cadenas que nos han aportado una falsa seguridad que nos quita horas de sueño.

Esperamos que se dé el milagro y así ser nosotros mismos para conocernos mejor y descubrir nuestras potencialidades que nos permitan proyectarnos en busca de mejores horizontes. Pero como todo el pueblo ecuatoriano espera que ese diálogo que tanto se ha pregonado por los cuatro puntos cardinales de la Patria, tiene que obligatoriamente concretarse y eliminar de la función pública por siempre y para siempre a estos roedores profesionales que llevan vida cómoda en contraposición a los marginados que sufren de hambre por falta de empleo.