POR: Germánico Solis
He sumado a la arquilla de mis preferencias cuatro discos editados por el Gobierno Autónomo Descentralizado de Ibarra, en los que se registran albazos, pasacalles, bombas y pasillos. Son canciones que participaron en las convocatorias hechas por la municipalidad, y grabadas para perennizar la creatividad, fortalecer el patrimonio musical local y nacional, pero también para cumplir con los proyectos culturales planteados por el Ayuntamiento.
Los festivales se realizaron en diferentes tiempos, locaciones y con públicos diversos. Fueron ilusiones de compositores, intérpretes y músicos que exhibiendo sus potencialidades hicieron los certámenes. Los artistas entregaron sus creaciones para el disfrute espiritual de los auditorios, y para que sean evaluadas por los jurados. Las canciones ganadoras fueron acreedoras a reconocimientos y a importantes premios económicos. Las obras ahora hechas discos compactos, son un trabajo complementario de diferentes talentos, autores, cantantes, y músicos que hicieron los arreglos.
Las producciones discográficas tienen significativas novedades, el aparecimiento de nuevos actores comprometidos en mantener los ritmos vernáculos ecuatorianos, la persistencia de nombres conocidos en nuestro medio que hacen de su sentir oficio de sus vidas. Hay la asistencia de compositores y cantantes reconocidos a nivel nacional que dieron prestigio a los festivales y a las grabaciones. Las temáticas son homenajes al suelo, paisaje, tradiciones, y cumplidos a la mujer causa de emotivas pasiones. La estructura musical de los géneros es la tradicional, aunque hay propuestas novedosas.
Cumplidos los ofrecimientos de la municipalidad viene la contraparte: hacer nuestras las canciones y popularizarlas para que sean identidad y patrimonio. Que los artistas intérpretes divulguen sus creaciones y sean parte de sus presentaciones. Que las mejores canciones las ejecuten otros artistas, bandas de pueblo y agrupaciones. Y por último, sin que sea patrioterismo insustancial, es deber de los medios de comunicación difundirlas, especialmente los radiales que en la actualidad dan importancia a cosas ajenas desobedeciendo la ley.