Reinas indígenas promueven cambios sociales en Tungurahua

Fundaciones. Karina Chango enfatizó su labor en proyectos de ayuda social a personas con discapacidad. (Foto: cortesía de la Cooperativa Mushuc Runa)
Fundaciones. Karina Chango enfatizó su labor en proyectos de ayuda social a personas con discapacidad. (Foto: cortesía de la Cooperativa Mushuc Runa)

Ellas han luchado en contra de la discriminación, con el objetivo de dar paso a una sociedad incluyente.

Las mujeres indígenas de Tungurahua han logrado importantes victorias al constituirse como políticas, intelectuales, profesionales o reinas de belleza de gran valor a escalas local y nacional.

Es el caso de tres damas de la comunidad de Chibuleo, quienes se destacaron en el certamen de belleza más importante de la ciudad, donde tradicionalmente solo tenían acceso mujeres mestizas. Para ellas el reinado significó la oportunidad de desarrollar proyectos sociales enfocados en los sectores más vulnerables.

Ellas han demostrado su potencial, tanto físico como intelectual, ser agentes de cambio a favor de su pueblo y obtener un sitial en este tipo de concursos.

El respeto ante todo
Una de las jóvenes que inició el desafío de representar a una comunidad indígena en un concurso de belleza es Jenny Fernanda Ainaguano Pacari, de 27 años. En 2012, su carisma y simpatía le permitieron obtener la banda de Señorita Patronato Provincial de Tungurahua.

Es activista social. Considera que los reinados deberían servir para solucionar problemas sociales que se vienen dando en la ciudad, puesto que ella fue víctima de acoso callejero y considera que la mujer debe ser respetada sea mestiza o indígena.

También es administradora de una boutique de ropa indígena, donde apoya laboralmente a miembros de las comunidades de Tungurahua. Es apasionada del arte indígena y de su identidad.

Ella recuerda que cuando fue electa Señorita Patronato Provincial enfrentó un reto difícil. Sin embargo, decidió participar para demostrar a la población indígena que es capaz y a los mestizos que puedan admirar la inteligencia y la belleza de sus mujeres, abriendo de este modo los pensamientos de la comunidad en general.

Sociedad. Erika Chango, como señorita Gobierno Municipal, ha concretado ocho proyectos hasta la actualidad.
Sociedad. Erika Chango, como señorita Gobierno Municipal, ha concretado ocho proyectos hasta la actualidad.

Según Ainaguano, su intervención fue algo nuevo para los ambateños. “Hubo discriminación en aquel tiempo, sobre todo porque tanto indígenas como mestizos no estaban acostumbrados a que una indígena participe. A pesar de esto ella recibió mucho apoyo, más que nada de la gente de los mercados de la ciudad.

Para ella uno de los retos principales fue que la ciudadanía pueda admirar otro tipo de belleza. “No es que no somos bellas, creo que negras, mestizas, blancas, todas somos hermosas, pero ha influido ese pensamiento europeo que nos han impuesto, que solo lo blanco o lo más simétrico puede ser bonito”, acotó.

De acuerdo con su cosmovisión indígena, señala que la belleza es un todo para ella y la gente de su pueblo: la cabellera larga, la piel morena, las facciones gruesas.

Ahora considera que ya no es tan difícil que participen mujeres indígenas en los reinados de Ambato, indica que ya es más aceptable y se siente satisfecha “por abrir este camino que ha dado frutos en el transcurso de los últimos años”.

Comunidad. Jenny Ainaguano promovió el trabajo social en 2012.
Comunidad. Jenny Ainaguano promovió el trabajo social en 2012.

En contra de la discriminación
Karina Maribel Chango Pandi, de 24 años, participó como candidata a Reina de Ambato en 2016. Fue Señorita Gobierno Provincial.

Cuando se postuló ya existió un antecedente de mujeres indígenas que concursaron en este certamen, era su sueño, el cual lo considera una experiencia muy linda “a pesar de que sí hubo discriminación”.

“Entré con las ganas de hacer historia y de ganar la corona, Dios sabe por qué hace las cosas y quedé como Gobierno Provincial”, expresó.

El trabajo fue la motivación más linda para Chango, quien luego del reinado se dedicó a cumplir su principal proyecto: ayudar a personas con discapacidad.

Cuenta que sus padres le fomentaron valores culturales que hacen amar a su pueblo. “Me gusta ser indígena, siempre lo he rescatado. He estado en otras ciudades y siempre me he presentado como indígena, nunca me he sentido mal por serlo; al contrario, estoy orgullosa”, afirmó.

EL DATO
Hasta la actualidad cinco son las mujeres indígenas que han participado como candidatas a reina de Ambato. El respeto y la humildad son los valores más importantes que le inculcaron sus padres desde muy niña, nunca tuvo lujos sino lo necesario. Según su filosofía indígena, “se debe devolver a la sociedad lo que Dios entrega”.

Hoy en día hace proyectos desde el área de responsabilidad social de una entidad financiera. Entre ellos está el coro de la cooperativa, en el cual participan los hijos de los trabajadores con la idea de incluir la música autóctona del pueblo y los coros en kichwa para que tengan otra forma de ingreso.

Trabaja en la construcción de la Unidad Educativa Milenio de Chibuleo para fomentar sus propias visiones y también tiene un voluntariado institucional que apoya al sector vulnerable. (EO)

Amor por su ciudad
° Erika Liliana Chango Yucailla, de 19 años, fue candidata a reina de Ambato 2018. Esta joven indígena siente un gran amor por la ciudad, su principal motivación para concursar fue trabajar por Tungurahua y su gente. “Uno no puede describir las sensaciones que siente cuando un niño te abraza o te saluda, ese cariño desde mi punto de vista es incalculable”, manifestó.

La joven estudiante de Contabilidad y Auditoría de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Ambato, es la primera mujer indígena en obtener la designación de Señorita Gobierno Municipal. El amor, la fe en Dios y su familia son los motores principales en su vida, comenta.

Además, dice que todos valemos lo mismo y que tenemos iguales derechos y obligaciones. “Amo ser indígena, me encanta ser una mujer kichwa hablante. Ese amor a lo que soy, amor a mi familia, es lo que me ha dado fuerza para sentirme orgullosa, porque sí hay factores que a uno le influyen a retroceder pero a mí me han hecho más fuerte”. Esta joven quiere dejar un legado en el cual no sea tan importante la vestimenta, el habla o el físico sino el corazón que se brinda a la comunidad. Para ella las personas de Ambato no se cansan de trabajar, admira mucho su sacrificio.

Hoy en día, Erika ha cumplido ocho proyectos ejecutados al 100%. Está culminando uno denominado ‘El semillero’, que consiste en brindar microcréditos a jóvenes universitarios, de este modo desea que el motor económico de la ciudad crezca, fomentando y educando a la juventud para que puedan invertir en sus propios emprendimientos .