266 docentes han fallecido en todo el país en 10 años, según la Comaje. ¿Cuánto deben esperar?
Redacción ESMERALDAS
Un total de 230 profesores jubilados de Esmeraldas siguen molestos y en suspenso en la espera del pago que debe ejecutar el Ministerio de Finanzas. Este tema toma relevancia tras la muerte, el pasado viernes, de la educadora Magdalena Caicedo, quien perdió la batalla contra el cáncer de estómago.
El ministro de Educación, Fánder Falconí, en su respuesta a un Twitter de la periodista Gisela Bayona (Teleamazonas), cuando la semana anterior denunciaba la situación de la profesora Caicedo, escribió “He dispuesto la solución inmediata de esta terrible situación. Nadie que tiene una enfermedad catastrófica tiene que acercarse a @Educacion_Ec, sino todo lo contrario. Es una obligación como funcionarios públicos”.
Unos esperan pacientemente en casa desde 2009, otros salieron a protestar en el Distrito de Educación, pero Magdalena, con 30 años de experiencia en la docencia, falleció antes de lograr ese objetivo. No es la única, pues desde 2008 algunos han muerto sin acceder a su derecho del pago de su jubilación.
La Coordinadora de Maestros Jubilados de Esmeraldas (Comaje), en los últimos 10 años ha contabilizado 266 muertes en el todo el país. Hace dos días, en Quito, 17 presidentes de igual número las filiales confirmaron la cifra, además ratificaron su deseo exigir al Estado, a través de los ministerios de Educación, Finanzas y Trabajo, que se les pague sus derechos laborales “antes de morir”.
180 pagos en lista
Entre los 266 fallecidos no está el nombre de Magdalena, sin embargo, su partida no le resta el derecho a los familiares de exigir el pago. En casa lo saben, se muestran pacientes y confiados de que sí serán indemnizados. La pregunta es ¿cuándo?
La respuesta nadie la da con precisión en el Distrito de Educación de Esmeraldas. El representante de esa jurisdicción, Luis Ramírez, maneja una cifra pero no la fecha. Dice que son 230 los pagos pendientes y, que de ellos 180 están solo a la espera una rúbrica desde el Ministerio de Finanzas para que se efectivice el dinero. “Los demás profesores jubilados tendrán que esperar un poco”, añadió.
Esa prórroga tiene una explicación simple para el presidente de la Comaje, Telémaco Ortiz Castillo: “El Gobierno no tiene plata”. Insiste en la importancia de que los profesores jubilados “sigan presionando para que no se olvide de su ofrecimiento de atenderlos”. Él se refiere a los 250 millones que el Régimen dijo a inicios de año que asignaría para a los maestros.
Al grupo de reclamantes se suman 88 que no son parte de la Coordinadora de Maestros Jubilados de Esmeraldas. Ellos se jubilaron en cuatro diferentes periodos: 2014, 2015, 2016 y 2017. “Acá, en el Distrito de Esmeraldas, nos dicen que ya se va a pagar a 180 jubilados, pero también nos dicen que vayamos a ‘presionar’ a Quito”, comentó su vocero, Marcelo Sandoval, quien no descarta plantones en exigencias sus derechos. (MGQ)
Situación en otras provincias
° Los aproximadamente 800 docentes jubilados de Loja viven un drama desde hace 10 años. Hay 10 fallecidos en esta provincia y varias han sido las actividades para presionar al Estado. El presidente de la Coordinadora de Maestros Jubilados de esta jurisdicción, José Eduardo Morales, recuerda que el problema tiene su origen en los pagos parciales que recibieron quienes se jubilaron en los años 2008, 2009 y 2010. En cambio, quienes se acogieron a la jubilación entre 2011 y 2014 recibieron el pago, ya sea en efectivo o en bonos, según el dirigente.
En Imbabura, en cambio, son alrededor de 300 docentes jubilados quienes aún reclaman por sus derechos. Los dirigentes manifestaron que la asociación de maestros de esta provincia ha gestionado todos los trámites para conseguir que las autoridades se sensibilicen y cumplan con los respectivos pagos.
Según Vinicio Lara, representante de los docentes jubilados de Santo Domingo, unas 180 personas faltarían aún no reciben sus pagos. Entre los años 2008 y 2010 en esta provincia no recibieron los valores correctos por este concepto y ahora esperan que se les complete el dinero. Quienes se retiraron en los años posteriores recibieron en efectivo, mientras que otros cobran bonos mensuales hasta que alcancen los 70 años de edad. (DLH)