Maestro

LUIS REINOSO GARZÓN

Qué hubiera sido de mi suerte de no haber tenido la mano generosa de mis maestros que me guiaron y orientaron en los primeros pasos de la vida; como recuerdo sus expresiones y añoro su presencia, su imagen, pero la mayoría, se han ido de este mundo y no volverán, ojalá en el más halla pueda encontrarlos para contarles mi caminar por la senda que me dejaron trazada, gracias a su guía espiritual.

En estos días que se celebra el Día del Maestro es la ocasión apropiada para reflexionar en nuestra naturaleza humana, es la ocasión que tienen los docentes actuales, para evaluarse si en verdad están formando a los niños, jóvenes, a la sociedad misma, porque su misión no solo es la de cumplir con la parte instructiva de la juventud sino la de transformar una sociedad con valores, principios, hábitos para formar hombres y mujeres con alma limpia y clara, voluntad poderosa para defender la democracia y la dignidad del país.

Juan Montalvo es reconocido como maestro, porque enseñó al pueblo y a la juventud ecuatoriana, el camino de la libertad y dignidad nacional. Supo a través de sus escritos enfrentarse a las tiranías y a la corrupción, dio lecciones de moral, cívica y su ejemplo de vida marco nuestra historia.

Decía Montalvo: Hemos visto a tiranuelos, disolver por medio de la fuerza tertulias familiares; a otros hemos visto ordenar que la policía encierre a cualquier grupo que se oponga a sus decisiones. Eso, más que tiranía es barbarie; más que barbarie, ineptitud; más que ineptitud, infamia.

La formación de los verdaderos maestros está marcada en primer lugar por la vocación, y luego tendrán que vencer todas las dificultades en su preparación profesional con el tratamiento de diversas disciplinas pedagógicas, que son las herramientas para desarrollar este difícil apostolado que va más allá de dar conocimientos instructivos, sino el desarrollo de valores, hábitos, habilidades, sentimientos, competencias, destrezas, cuidado del ambiente, la salud, etc.,

Pero las instituciones de formación de maestros se han suprimido, por lo tanto la educación se encuentra en manos de otras profesiones no menos dignas desde luego, pero no cualquiera puede ser maestro, respetamos sus conocimientos pero su labor no es solo instruir sino formar la personalidad del individuo.

¡Feliz aniversario queridos Maestros!