Eduardo Naranjo Cruz
En la universidad Andina se presentó el libro ‘La Verdad’ de Jorge Enríquez Páez. Es la historia de una cruel distorsión de hechos y acciones desatadas por individuos que jamás debieron ser funcionarios del Ceaaces y la Senecyt, cuyos objetivos eran mejorar la calidad de la educación en el país y que al parecer fue un desastre, guiado por asesores extranjeros.
Censuramos las “universidades de papel”, que proliferaron como negocio y estafa, sin embargo con este pretexto, una burocracia corrupta y prepotente dio muerte por asalto a una naciente universidad que tenía todo en orden, la Alfredo Pérez Guerrero, dejando en duda que hubo “intencionalidad expresa” por el horizonte hacia el que se proyectaba.
Enríquez narra detalladamente el proceso con el que se creó este centro, que tenía vocación para formar, como lo hizo en corto tiempo, entregando profesionales completos y capacitados y cumpliendo con todos los requisitos académicos exigidos por la nueva ley, sin embargo, esto no fue suficiente para los evaluadores, que soslayaron a la Institución y el trabajo de sus directivos y no los calificaron perjudicando a un grupo de jóvenes y así apoyando a otras universidades con fortuna e influencia.
Lo increíble del asunto fue el atraco a medianoche que se hizo de sus bienes que sobrepasaban dos millones de dólares, para luego ponderarlos en valor inferior y virtualmente hacerlos desaparecer mágicamente, añadiéndose algo muy curioso, las computadoras del Ceaaces, donde constaban las evaluaciones de todas las universidades fueron sustraídas.
Este documento impreso es una verdadera denuncia de las estupideces o vivarachas acciones de estos tipos, que en nombre del conocimiento y con la credulidad del resto gozaron de privilegios y algo más.