La judicatura…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Muy listo el señor Jalkh, pretendía una vez más hacer el formalismo de los concursos de méritos, nombrando a jueces y fiscales de todo el país, quería cubrir las espaldas de los malhechores que han robado y también proteger a aquellos jueces y fiscales que se han prestado como lacayos para dictar sentencias penales en contra de personas honradas.

Excelente la decisión del Consejo de Participación Ciudadana transitorio de suspender en sus funciones al personaje que recibía órdenes por teléfono de Rafa, para que castigara a periodistas y ciudadanos que opinábamos y denunciábamos los negociados, sobreprecios, como los casos del ministro come cheque, caso refinería, Glas, Capaya, Yachay, etc., etc., etc. Igualmente aplaudimos la suspensión de los mal llamados concursos de merecimientos para la designación de más de 7.000 jueces y fiscales de todo el país, con toda seguridad ya la oficina de Talento Humano de la Judicatura tenía la lista de los favorecidos.

El Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, con todo el poder que le dimos los ciudadanos en la pasada consulta popular, debe proceder de manera inmediata a separar de las funciones al señor Jalkh y declarar cesantes a todos los jueces y fiscales del país, nombrar a un profesional honorable e impoluto, con méritos académicos suficientes, que si los hay en el país, para que se acaben los concursos amarrados, se acabe la venta de los cargos de jueces y fiscales y se acaben de una vez por todas aquellos jueces que creen que la designación del cargo les representa haber comprado una tienda, induciéndolos a cobrar por los fallos y providencias a dictar sentencias de acuerdo con el interés político.

Es hora de mirar la conducta de nuestros abuelos, para lo cual debe buscarse con lupa a los abogados bien formados, que entre sus méritos hayan sido buenos hijos, buenos hermanos, buenos amigos y buenos ciudadanos, observando que hayan estudiado los seis años académicos y con solvencia moral y profesional.

[email protected]