Sal y Mileto regresa la siguiente semana como ‘power trío’ en el concierto de rock más esperado de este año.
La capacidad de convocatoria de Sal y Mileto es algo que pocas veces se logra ver en Ecuador, es como si toda la comunidad roquera (y mucha de la no roquera) se pusiera de acuerdo con un solo objetivo: ver en vivo a esta banda.
El año pasado Sal y Mileto volvió a llamar la atención ya que era parte del cartel del festival El Carpazo que posteriormente fue cancelado. En redes sociales hubo una avalancha de comentarios que pedían inmediatamente un show de esta agrupación que definitivamente ha sido parte esencial de la historia musical ecuatoriana.
El punto de encuentro será La Ideal (José Tamayo N24-260 y Lizardo García), el próximo jueves 19 de abril, a las 21:00. En la página oficial del evento en Facebook la convocatoria ha superado cualquier expectativa, casi 4.000 personas indican que irán o que están interesadas en el concierto, así que seguramente el sitio estará a reventar.
Una banda, un legado
¿Pero por qué son tan importantes los ‘Miletos’? ¿Qué hace que una banda formada hace más de dos décadas tenga actualmente una vigencia envidiable y una importancia como pocas?
Tratamos de respondernos estas preguntas con la ayuda de ‘Lucho Pelucho’ Enríquez, guitarrista de Sal y Mileto desde 2006, junto con Franco Aguirre (bajo) e Igor Icaza (batería).
“No hemos tocado en Quito con Franco desde 2010 y lo simbólico es que volvemos como un ‘power trío’”, explica ‘Pelucho’.
TOME NOTA
Preventas en www.meet2go.com/event/salymiletoY es que Sal y Mileto ha tenido varias etapas. La primera en Latacunga, en 1994 con la poesía de Peky Andino, la guitarra y voz de Paúl Segovia (fallecido en 2003), la batería de Igor Icaza, la segunda guitarra de Víctor Narváez, el bajo y la flauta traversa de César Albarracín y la percusión de Jorge Luis Rosero. Luego, en 1996 entra Franco Aguirre al bajo y forman la segunda leva de la banda, alineación que se volvió más conocida en aquella década.
“Se conformó como base este grupo de Paúl Segovia, Igor Icaza y Franco Aguirre, que fue legendario. Mileto era el grupo underground por excelencia. Además fue una etapa muy interesante ya que la banda influyó en varios grupos alternativos de la época y hasta ahora es una referencia para muchos músicos”, explica Lucho.
El legado de Sal y Mileto es más que evidente. “Creo que esto pasó porque tuvieron su identidad propia, algo que no fue una copia extranjera”, agrega el guitarrista.
EL DATO
La preventa del concierto cuesta $12. El día del evento costará $15 (incluye una cerveza). Banda invitada: Minipony.“Luego de la muerte de Paúl, ya en 2006, me invitaron para retomar Mileto. Ahí vino otra era interesante donde también tocamos con Franco e Igor hasta 2010. Hicimos giras internacionales, sacamos tres discos y esta formación se consolidó. Al final terminamos como un quinteto pero siempre la gente reclamó la esencia de Mileto que era aquel ‘power trío’, por eso este concierto es especial. Esta formación es la esencia ‘garage’ de Mileto y, encima, con Franco Aguirre. Esto es justamente lo que muchos medios no se han enterado pero es realmente lo que pasa”, indica Lucho con notable emoción.
La banda ha pasado por muchas cosas, un agitado estilo de vida, problemas, alegrías, penas, conciertos memorables, de todo. Lucho recuerda entre risas la frase que una vez le dijo Franco: “es un milagro que sigamos vivos”.
“Ensayamos todos tranquilos, los temas ya los tenemos en el ADN. Hay mucho ‘feeling’ entre nosotros y parece que en verdad los años no han pasado. Es curioso porque en los ensayos, sobre todo Igor y Franco se ríen y se preguntan: ‘¿qué estábamos pensando hace 20 años que hacíamos esta música tan complicada?’”.
Se viene Sal y Mileto, todos preparados para el mosh, para la emotividad, para la cruda fuerza interpretativa de una banda de rock que fue, que es y que aguanta… ¿aguanta qué pues…? (CC)