Ibarra, El Retorno

POR: Manuel Báez R.

Con una amplia mirada de hermoso paisaje y sol durante todos los días Ibarra se convierte en uno de los destinos latinoamericanos, como punto obligatorio para hacer turismo y especialmente recrear el espíritu frente a las maravillas que ofrece esta linda ciudad, que no esconde sus paisajes, al contrario brinda a sus ojos lo mejor de esta naturaleza, más el alma agradable y el calor humano de sus habitantes que dejan los mejores recuerdos que el ser humano puede tener.

Sus paisajes son del mejor pénsil, sus amplias calles llenas de sol que dan el sabor de toda pintura, sus habitantes con alma prometida y corazón de mucha grandeza para los visitantes con un gran esplendor. Por eso este mes de abril (El Retorno) y todo el año entregamos turismo, ilusión, sol, calidez, hermosura ecológica para poder soñar.

Ibarra, al conmemorar el 146 aniversario de El Retorno se pone más lozana, atractiva y fascinante.

Todas las fuerzas vivas de Ibarra están de pie en este mes de abril para rendir homenaje de admiración a la capital imbabureña por El Retorno. La belleza de esta ciudad no es más que la cima de la verdad y amar la belleza es ver la luz, ver la historia de una ciudad en marcha, donde afianza con verdadera maestría su vocación de centro comercial y turístico del norte ecuatoriano. La inmensidad del cielo envuelve el hermoso paisaje que presenta la encantadora ciudad y descubre como lo mágico e inesperado del tiempo eterno las estampas de la inquieta espiritualidad como ciudad del futuro.

Ibarra es digna de ser visitada en cualquier temporada porque es la tierra de libertad sin prohibiciones, habitada por hombres y mujeres sin ataduras, pero nostálgica heredera de su destino con indicios históricos como su edad de oro que empuja a su constante progreso.

Venga a la ‘Ciudad Blanca’, su visita será inolvidable.