Ángel Polibio Chaves
En términos sencillos, la biodiversidad consiste en la existencia de especies animales y vegetales en un determinado espacio; cuantas más especies existen, es mayor la biodiversidad, que a la vez es mayor o menor, en la medida en que las condiciones de ese espacio, como la temperatura, el entorno, la humedad, entre otros, permiten la existencia de mayor o menor cantidad de especies. De ahí que a mayor diversidad corresponde la existencia de ambientes más favorables, por lo que aquellos sitios en los que existe mayor biodiversidad, evidencian condiciones particularmente amigables para las distintas especies, que van configurando lugares ecológicamente equilibrados y atraen no solamente a otras especies, sino que permiten a los seres humanos disfrutar de ese regalo de la naturaleza.
Por ello sorprende, por decir lo menos, que algunos funcionarios del gobierno municipal ambateño no hayan considerado las condiciones particulares de las riberas del río Ambato y particularmente en el sector de El Sueño y, sin ninguna prevención, hayan emprendido en un proceso de deforestación y colocación de cemento en laderas que constituían parte del ambiente que existía en ese sector, lo que más allá de la violación de expresas normas legales de protección del medio ambiente y recursos hídricos, constituye un atentado contra los derechos de los ciudadanos a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Po ello es que miramos con satisfacción y apoyamos la oportuna y valiente reacción de grupos preocupados por su ciudad, que han manifestado públicamente su rechazo a esta impropia acción municipal; en modo alguno se trata de acciones con tintes politiqueros como se ha manifestado en forma desafortunada por parte de personeros municipales; al contrario, es la expresión transparente de quienes tienen la entereza de exteriorizar su adhesión a los valores trascendentes de la vida en comunidad; sin ellos, cualquier atropello sería posible.