Casas vetustas son un peligro

ATILIO RUGEL ALBÁN

“No desprecies el recuerdo del camino corrido. Ello no retrasa nuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el camino de partida pierde fácilmente la meta”, Pablo VI. Hay que desprenderse del pasado cuando este es un obstáculo para nuestro crecimiento y desarrollo del presente y futuro; pero en la vida siempre será importante ir cerrando etapas y los círculos viciosos que no nos dejan avanzar y hacer los cambios que eviten conflictos en el entorno en que desarrollamos nuestras vidas. Es cierto que nos aferramos a los recuerdos del pasado y eso nos impide abrir el camino hacia el presente.

Digo esto porque el pueblo de Esmeraldas está jugando con pólvora que al momento que explote y que Dios no quiera que suceda, no se repita un incendio como el de Barrio Caliente o el reciente de la calle Bolívar. Sabemos que tenemos un Cuerpo de Bomberos que aunque hay que admitir que se ha transformado, todavía le falta mucho para enfrentar flagelos de proporciones descomunales, porque todavía carece de instrumentos para el efecto y adolecemos del problema de la falta de agua y de hidrantes donde conectar las mangueras cuando se provocan los incendios; además, que hay barrios de difícil acceso por la falta de caminos de fácil viabilidad.

La pregunta es: ¿Qué esperan las autoridades de Esmeraldas para demoler esas casas obsoletas que deben aproximarse a los 200 años y que bajo el pretexto de edificaciones que son de tipo colonial y que las declararon Patrimonio de la ciudad, que debieron de haber sido reparadas a su debido tiempo, eso se convirtió en un sueño irreal?

El Malecón donde termina la calle Piedrahita tanto a la derecha como a la izquierda, existen casas que son un verdadero cascarón, criaderos de roedores y plagas que con una colilla de cigarrillo que algún mal intencionado o desprevenido la bote sobre ellas, se provocaría un incendio que acabaría con las casas y negocios que rodean el lugar a sabiendas que muchas construcciones son mixtas. Tienen que tomar decisiones que no admiten jugar con el tiempo. Veamos las cosas con un criterio que nos permita salir del anclaje que nos mantiene estancados.