Mariana Velasco
El ser humano es un ser vivo de extraordinaria complejidad. Hay algo que nos motiva a encontrar una especificidad no homologable donde el lenguaje representa un papel crucial. Un ser humano es un ser de juicio a todos los efectos y en toda circunstancia.
Ello significa que, hasta en las motivaciones que mayormente comparte con la generalidad de los animales, en su exigencia de conservación individual y específica, se infiltran aspectos que perturban y que dependen de la razón. Apelar a la razón implica no entender, peor justificar la violencia en Nicaragua, Venezuela y cualquier sitio del planeta.
Al parecer en Nicaragua durante más de una década había indignación acumulada, que permaneció fuera del radar internacional, por ello descartan los estudiantes una reparación cosmética. El diálogo es la única salida.
Es entender que en Ecuador nos faltan dos jóvenes secuestrados, nos faltan tres cuerpos de los colegas para darlos cristiana sepultura, nos falta cicatrizar heridas por los militares y policías muertos en ataques terroristas en la frontera norte y nos faltan respuestas claras desde las instancias gubernamentales.
A México les faltan tres estudiantes de cine, que suma a los más de 200.000 homicidios que el país ha registrado en la última década. Pero los detalles acerca de cómo murieron a manos de los criminales que los secuestraron, asesinaron y disolvieron sus cuerpos en ácido genera indignación. Los tres universitarios, volvían a casa después de realizar un proyecto escolar y hubo presunta ‘confusión’. Tal vez, lo más impactante sobre violaciones éticas, son las condiciones simples casi mundanas que contribuyen a ellos.
Cuesta entender y aceptar que cinco hombres de la “manada” acusados de violar en grupos a una joven de 18 años en España, fueron condenados por abuso sexual pero absueltos por violación. Lo descrito es antítesis de la racionalidad y los expertos dirán que la disonancia cognitiva, al ser una fuerza psicológica más fuerte que impulsa el comportamiento humano, tiene la respuesta.