Descontaminaión del río Cutuchi

LUIS REINOSO GARZON

El crecimiento urbano desordenado de las ciudades, la falta de inversión por parte del Estado y la falta de campañas de sensibilización de la población o más bien, debido a la ausencia de educación pública sobre el tema, son factores por los que los ríos no reciben el tratamiento que se merecen.

En el caso del río Cutuchi que cruza por Latacunga y otras poblaciones luce contaminado, sin embargo, con estas aguas se alimenta el canal Latacunga, Salcedo, Ambato, para regar amplias zonas agrícolas generando un grave problema sanitario al consumir hortalizas, granos, frutas regados con estas aguas.

Lo cuestionable es que desde hace 30 años vivimos clamando a los organismos encargados de dar curso a este proyecto; la municipalidad ha contratado a varias empresas consultoras; que ha costado millones de sucres y miles de dólares pero el cuento es, el de siempre, no hay presupuesto; lo que no hay es decisión política de los responsables y no se puede esperar que llegue el presupuesto, sino debe haberse iniciado desde hace muchos años el proceso de descontaminación; primero a partir de convenios con el sector educativo, convenios con las universidades, con los barrios, las comunidades, con las empresas industriales, con los agricultores, con la población en general; porque si no hay una participación de la ciudadanía los proyectos no caminan; hoy descontaminamos el río y mañana seguimos contaminando.

Toda esta estrategia inicial previa a la descontaminación, es para que los ciudadanos no desperdiciemos el agua potable, no botemos basura y desperdicios a los ríos y quebradas, los industriales no envíen al río sus efluentes sin previo tratamiento, pero en el río Cutuchi los muestreos realizados detectan componentes físicos, químicos y biológicos, entre estos últimos bacterias, hongos y parásitos, causantes de muchas enfermedades.
Esta es la realidad que vivimos con las aguas del río Cutuchi, por el descuido de quienes nos administran y de nosotros mismos.