Karl Marx: bicentenario

Carlos Freile

El 5 de mayo de 1818 nació en Tréveris uno de los hombres que mayor daño han causado a la humanidad, aunque su intención fuera exactamente la contraria. En él se cumplió a la perfección “la heterogeneidad de los fines” de Gianbattista Vico: pretender un objetivo y alcanzar el contrario. Sin embargo, de la lectura de las obras de Marx se desprende con absoluta claridad que la semilla de los cien millones de muertos causados por el comunismo en el siglo XX se halla en sus propios planteamientos. Para muestra, dos botones. En el ‘Manifiesto del Partido Comunista’ afirma sin ambages: “Los comunistas daclaran abiertamente que ellos solo pueden conseguir sus objetivos destruyendo con violencia el viejo orden social”.

La violencia produce muertes, de manera directa o indirecta: no solo se asesina con balas sino también con hambrunas artificiales para acabar con grupos enteros contrarios al sistema, como ocurrió en la Unión Soviética y en China.

En “La miseria de la filosofía” Marx asienta: “Los obreros no pueden en principio proponer medidas directamente comunistas, pero sí pueden comprometerse a concentrar en manos del Estado la mayor cantidad posible de fuerzas productivas, de medios de transporte, de fábricas… Todo proyecto debe transformarse en un ataque directo a la propiedad privada”. El manejo por parte del Estado del aparato económico produjo su mala administración y descalabro; no se dirigía las empresas con criterios técnicos sino politicos y de culto a los madamases. En consecuencia, los países se empobrecieron, faltaron los alimentos, de tal suerte que bien se puede definir al sistema ideado por Marx como el creador de pueblos hambrientos, sin excepciones.

En nuestro medio hemos visto cómo se ha fortalecido al Estado, se ha dado un inmenso poder a la burocracia en desmedro de las libertades ciudadanas y se lanzan proclamas exigiendo mayor control por parte del poder político, lo cual es marxismo puro, no nos engañemos: por sus obras se les puede conocer. No lo olvidemos, Marx es sinónimo de 100 millones de muertos.

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