Así es como debe ser el periodismo de los próximos días. Debemos olvidarnos de contar el pasado y ver hacia el futuro, con qué, con nuevas narrativas, con la transformación de la crónica, con la adopción de los documentales web y la inmersividad tecnológica.
Estamos cansados del diarismo, con perdón de este medio que me acoge, pero hablo del diarismo en la web. El periodismo digital es y será transmedia o no será. Las nuevas audiencias piden movilidad, exigen profundidad, proponen juegos y requieren información diferente.
¿Qué hacen las universidades frente a los formatos y las metodologías de enseñanza y narración? Las escuelas de periodismo no ven más allá de los ejercicios impresos, de escasos cuentos audiovisuales o precarios relatos auditivos. No ven en la convergencia mediática la mejor forma de ganar audiencias y desarrollar contenidos múltiples para varias pantallas, formatos y soportes.
¿Por qué sucede todo esto? Los docentes que están en esas aulas siguen pensando en que el periódico impreso es el que marca la agenda, que el noticiero de televisión es donde se muestran las autoridades y que el periodismo radial es para el juego.
Todo lo anterior por sí solo matará al periodismo. Si lo integramos y hacemos converger en documentales y plataformas web donde los usuarios participen, la audiencia pedirá que no mueran las narrativas de la realidad. Es un suicidio seguir con el modelo actual en portales y espacios de información digital.
Web docs, series documentales, juegos en línea, aplicaciones y usos tradicionales y alternativos deben ser utilizados para contar historias sobre lo que nos ocurre. Debemos dejar el periodismo diario para contar sobre las instituciones y sus ‘gestas’. Tengamos fe en lo nuevo y apostemos por innovar. No duele y no es caro.