RICARDO VERA CALDERÓN
El escándalo del uso indebido de los datos de Facebook para manipular a los votantes en las elecciones de USA en 2016, confirma que disponer de información sobre los gustos y preferencias de los ciudadanos, es fundamental al momento de crear una estrategia efectiva de posicionamiento.
Los sistemas de inteligencia de mercado proporcionan insumos muy útiles al momento de definir las acciones adecuadas ante cada escenario, ya que el mercado electoral es cambiante, turbulento, impredecible y dinámico. Así pues los estrategas saben que la receta que funcionó en la campaña pasada, no necesariamente sería tan efectiva ahora, ni mucho menos en 2019.
Disponer de información sobre intereses de los electores, coadyuva a identificar su comportamiento y personalidad, lo que facilita el proceso de construcción de la estrategia comunicacional para saber qué decir, cómo decirlo, cuándo decirlo, a quién decirlo, y cuántas veces decirlo, con el propósito de persuadir a su favor la intención de voto del elector.
En nuestro medio se da gran énfasis a la red social Facebook como herramienta de comunicación de doble vía. Sin embargo no se visualizan equipos profesionales que administren esta red para beneficio de un determinado proyecto, sino solo escuetos intentos por exponer, a veces exageradamente, a un prospecto sin que haya un contenido y mensaje sólido que pueda ser retroalimentado, lo que conllevaría al fracaso de la acción.
Entonces el equipo de campaña que cuente con información de mercado electoral, confiable, representativa, y oportuna, y esté en la capacidad de construir sobre aquello una estrategia comunicacional de alto impacto, será el que muy posiblemente se lleve el premio mayor. Mientras tanto, no se ve nada parecido a ello.