‘Guacho’ activó el terror vía Whatsapp

Una serie de chats entre un oficial ecuatoriano y el narcocriminal muestran la escalada de tensión en San Lorenzo
Una serie de chats entre un oficial ecuatoriano y el narcocriminal muestran la escalada de tensión en San Lorenzo

Este es el inicio de una cronología fatal. No hay todavía un punto final para esta historia. Apenas , este lunes 14 de mayo, a partir de las 11:00, el país contará con información oficial desclasificada y tendrá mayores detalles sobre los atentados que se han producido en San Lorenzo desde noviembre pasado y que, en el camino, se llevaron la vida de cuatro infantes de Marina y del equipo de diario El Comercio, sin contar con Oscar Villacís y Katty, que aún siguen secuestrados, y las decenas de heridos entre civiles y militares.

Sobre estos hechos, la mirada de 10.000 soldados colombianos y 7.000 ecuatorianos está puesta sobre Walter Arízala alias ‘Guacho’. Y un elemento clave dentro de este proceso son los chats que un uniformado ecuatoriano sostuvo con el narcoterrorista, a partir de las primeras capturas de sus lugartenientes en territorio ecuatoriano. Cuatro fechas son fundamentales.

Un polvorín se enciende…

5 de octubre de 2017, 09:30. Un choque entre cocaleros y la fuerza pública colombiana, en el corregimieno de Llorente, Tumaco, termina en masacre. El General Luis Fernando Rojas, comandante de la Tercer División, menciona el nombre de quien habría encendido esa mecha por la cual murieron seis personas. Se trataba de Walter Arízala, alias ‘Guacho’.

17 de octubre, cae la tarde y una ráfaga termina con la vida de Jair Cortés en la Y de Tumaco. El joven dirigente campesino luchaba por la sustitución de los cultivos de coca. Los dedos señalan a Aris Caicedo, alias ‘Cholo’, lugarteniente de ‘Guacho’.

2 de noviembre, 17:20. San Lorenzo del Pailón, Ecuador. Balas y granadas reciben a una unidad del Grupo Especial Móvil Antinarcóticos. Los cuatro uniformados se salvan de milagro. Informes de Inteligencia ecuatoriana señalan al autor: ‘Guacho’.

7 de noviembre, 15:20. ‘Cholo’ cae en territorio ecuatoriano, en las riberas de Palma Real. Luis Carlos Villegas, ministro colombiano de Defensa, lo imputa por el asesinato de Jair Cortés.

Amenazas que se cumplieron

Las conversaciones vía Whatsapp entre el uniformado ecuatoriano y ‘Guacho’ muestran una escalada de tensión a partir de las indagaciones y allanamientos en Mataje y sus alrededores para dar con otros lugartenientes. En dichos contactos amenaza con cometer atentados. “Órdenes militares”, dice ‘Guacho’. El primero que se cumplió fue el coche bomba que destruyó el cuartel de Policía de San Lorenzo, el 27 de enero.

La cadena Univisión dio a conocer los chats y en su informe indica que el oficial ya fue reubicado a otra zona. La Unidad de Inteligencia Antidelincuencial recibió sus reportes, los cuales son parte de la investigación fiscal. César Navas, para entonces ministro del Interior, admitió la existencia del chat. El mismo chat en que en la tarde del lunes 26 de marzo se conoció el secuestrado de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, integrantes de diario El Comercio.

La Hora reescribe algunos de los mensajes de ‘Guacho’. Se corrigen errores ortográficos y de tipo para asegurar una mejor lectura.

“Hola, qué más. Anoche sus tropas se metieron a mi casa y maltrataron a mi familia y eso sí es grabe panita. Aténganse a la consecuencia con todo su país y sus gentes civiles y militares y policiales. Lo que te dije: que ni se metan con la familia”.

“Hagan lo que estamos diciéndole o mañana le pongo una en ese puta Quito. Dígame nomás. Sigan con los enlaces con Colombia y como te dije: maltrataron a mi familia anoche, a eso de las dos de la mañana y por eso tiene que pagar”.

“Por cada cosa que se le robaron a mi familia le voy a mandar a hacer un atentado, hasta por lo mínimo que se hayan llevado”.

“Mañana es tarde o procedemos a otra orden militar. Dígame nomás mijo. Estoy preparándome como Usted. Mándeme con un delegado para mañana a la entrada de Puerto Rico (recinto colombiano frente a Mataje)”.

“Píntela como sea. Ya estoy perdiendo la paciencia y civiles que le coja en la frontera se los mato. Dígame, que estoy perdiendo la paciencia”.

“No traten de confundirme”.