¿Ha cambiado Otavalo?

Germánico Solis

Para la década de los setenta, las relaciones interétnicas en Otavalo estaban marcadas, era clara la imposición cultural del grupo dominante en desmedro de la etnia indígena. Esta actitud creó costumbres y leyes que perjudicaban las relaciones apropiadas entre indios y “blancos” y que siempre debieron ser de igualdad.

Se cuenta que los indígenas adinerados compran terrenos y casas en el área urbana, con la intención es ocupar los ambientes otrora exclusivos de los vendedores con la consigna de desalojar a los grupos dominantes, manifestándose un marcado racismo venido de los indígenas hacia los grupos dominantes. Los compradores son tejedores de las poblaciones de Ilumán, Agato y Peguche, y que han creado trabajo incluso para los mestizos pobres.

El hecho es mal visto por los “blancos” que sienten un mensaje de revanchismo que a la postre prevé su desalojamiento y un empoderamiento de la ciudad por parte de los indígenas. Si bien hubo una convivencia obligada para esos tiempos, los indígenas buscaban bienes materiales para ostentar y reivindicar su heredad.

Sin embargo quedaron lastres que ninguno de los grupos les interesó tratarlos, por ejemplo, el de los cementerios que se mantienen hasta la época, el de los indígenas y el de los “blancos”, el primero, territorio en el que se entierran a los indios en el suelo sin ninguna opulencia, y el otro donde existen mausoleos, criptas y nichos. La iglesia de El Jordán ha recibido en sus bóvedas a indígenas, lugar destinado solo a los mestizos.

Igualmente para esa época, al cine Apolo ingresaban mayoritariamente los indígenas, mientras que al Bolívar casi siempre, el grupo dominante o de los “blancos”. En las escuelas se estigmatizaba al indígena y su trenza era burla. El indígena caminaba a pie y cuando utilizaba el transporte lo hacia parado o en los asientos posteriores.

Otavalo tuvo un alcalde indígena por algunos períodos, muchos indígenas se han educado y tienen títulos profesionales, han practicado los derechos constitucionales y muchos de ellos han sido parte de la administración pública. Ahora hay sacerdotes y pastores indios, y las mujeres en ocupaciones profesionales destinadas al sector dominante.