Por una mejor diplomacia

Al fin parece que fue recuperada la función fiscalizadora e interpelante del Congreso Nacional hoy Asamblea, durante diez años la susodicha Comisión de Fiscalización, estuvo pintada en la pared, por eso Correa la conformaba con los más inútiles de entre los serviles miembros de su Asamblea, era obvio, en la década robada esa Comisión perdió su razón de ser, pues no interpelaba ni a un conserje de Ministerio, era inimaginable entonces pensar que un Ministro iba a ser llamado a juicio político, en resumen una Comisión Fiscalizadora que no servía para nada, dadas las características de egolatría y dominio de Correa sobre la Asamblea. Como alguna vez ya lo citamos, también es evidente qué la Diplomacia ecuatoriana, sigue imbuida por el fantasma correísta, según las inexplicables y erráticas acciones de la Canciller Espinoza.

Ella y otros dos exministros ya fueron llamados a dar cuentas por su gestión al seno de la Asamblea, paradójicamente se presentaron los ya cesados, mas no la citada Ministra, quien no irá simplemente a dar un informe al estilo de las rendiciones de cuentas correístas, con barra incluida y todo, será mucho más que eso, deberá responder por haber utilizado la Cancillería en autopromoción personal para acceder a una representación en la ONU, faltando además al compromiso pactado con un hermano país; debe explicar las razones por las cuales de manera inconsulta se le otorgó la nacionalidad ecuatoriana y status diplomático, al hacker internacional y presunto delincuente sexual J. Assange, a quien finalmente Lenin Moreno le retiró la protección especial que tenía en la embajada, sólo eso nos costaba 66 mil dólares mensuales.

El pésimo manejo de la situación en la frontera norte y las esperadas acciones binacionales, tal vez su férula ideológica no la deja percibir la magnitud del problema que enfrentamos; su apreciación tibia y cómplice frente al régimen absurdo y represivo de Maduro en Venezuela, que contrasta con el aislamiento y repudio internacional que ha recibido, igual sucede con el autocrático gobierno de Ortega en Nicaragua, de similares dogmas ideológicos que Maduro y la Ministra Espinoza, quien como único argumento invoca la trillada soberanía de estos criticables regímenes. Que retorne el destituido del IESS que fue premiado como Embajador en Italia, que se le retire la nacionalidad al malagradecido Long, por su irrespeto al presidente Moreno; estos antecedentes evidencian lo pésimo que estaríamos representados por Espinoza de llegar a la ONU, esperemos que de la Asamblea salga camino a su casa y no al Ministerio, donde debe ir uno de los buenos diplomáticos de carrera que tenemos.

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