Novelista estadounidense Philip Roth fallece a los 85 años

En esta foto de archivo tomada el 14 de enero de 2013, el novelista estadounidense Philip Roth es proyectado en pantalla mientras habla vía satélite a la audiencia durante el panel de PBS del "American Masters Philip Roth": Desenmascarado" en la Gira de Prensa de la Asociación de Críticos de Televisión de Invierno 2013 en el Langham Huntington Hotel & Spa en Pasadena, California.
En esta foto de archivo tomada el 14 de enero de 2013, el novelista estadounidense Philip Roth es proyectado en pantalla mientras habla vía satélite a la audiencia durante el panel de PBS del "American Masters Philip Roth": Desenmascarado" en la Gira de Prensa de la Asociación de Críticos de Televisión de Invierno 2013 en el Langham Huntington Hotel & Spa en Pasadena, California.

Nueva York, Estados Unidos, AFP

El prolífico novelista Philip Roth, una fuerza dominante en la literatura de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX, falleció a los 85 años la noche del martes, indicó su agente.

El agente del escritor, Andrew Wylie, confirmó a medios estadounidenses que Roth -quien se había retirado de la literatura en 2012- falleció el martes debido a una insuficiencia cardíaca congestiva.

La revista The New Yorker y el diario The New York Times reportaron la muerte del escritor, quien ganó en 1998 el premio Pulitzer a la ficción con su aclamado libro «American Pastoral» (Pastoral Americana, 1997).

Roth, quien vivió en Nueva York y Connecticut, fue un virtuoso ensayista y crítico, así como un observador de la sociedad estadounidense.

Conocido por revisar la experiencia judío-estadounidense en sus más de 30 novelas, el escritor fue una importante referencia de la literatura de la post Segunda Guerra Mundial con la universalidad de su mensaje. «No escribo judío, escribo estadounidense», afirmó.

Roth estimó que llegó a un punto de inflexión cuando se dio que cuenta que podía usar su propio mundo como materia prima literaria, ya fuera su crianza o su el escenario de su ciudad natal Nueva Jersey.

«No se puede inventar de la nada, o definitivamente no puedo», dijo en un documental de 2011. «Necesito algo de realidad, unir dos fragmentos de la realidad para obtener el fuego de la realidad».

Logró mantener la sustancia de su obra en términos de calidad como de cantidad, demostradas en su admirada triología política, que incluyó «Pastoral Americana», así como «I Married a Communist» («Me casé con un comunista», 1998), y «The Human Stain» («La mancha humana», 2000).

En esta foto de archivo tomada el 27 de septiembre de 2013, el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius (izq.), entrega al escritor estadounidense Philip Roth (der.) la insignia de Comandante de la Legión de Honor durante una ceremonia celebrada en los Servicios Culturales de la Embajada de Francia en Nueva York.
En esta foto de archivo tomada el 27 de septiembre de 2013, el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius (izq.), entrega al escritor estadounidense Philip Roth (der.) la insignia de Comandante de la Legión de Honor durante una ceremonia celebrada en los Servicios Culturales de la Embajada de Francia en Nueva York.

Roth, contemporáneo de Don DeLillo, Saul Bellow y Norman Mailer, ganó los mayores honores de la literatura en Estados Unidos, pero fue un eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, el cual nunca obtuvo.

También recibió el premio Man Booker International por lo logros de vida en ficción en 2011, al año siguiente se llevó el premio Príncipe de Asturias y en 2015, Francia otorgó a Roth la insignia de Comandante de la Legión de Honor, un reconocimiento que el escritor recibió como «una maravillosa sorpresa».

Su última novela «Nemesis» sobre la epidemia de polio en 1944 se publicó en 2010, dos años después dejó atónito al mundo de la literatura al anunciar que dejaría de escribir.

«Es casi como escuchar que Keith Richards se retira del rock and roll, o que el papa abandona la religión», escribió el crítico James Walton.

Pero Roth mantuvo su decisión y se dijo contento con su vida post-literatura, aunque admitió que la escritura le había ayudado a mantenerse lejos de la depresión.

«Había llegado al final. No había nada más para que escribiera», dijo a la BBC en 2014. «Comencé la gran tarea de no hacer nada. La pasé muy bien».