Yanette y Liset Lantigua Unidas por la sangre y las letras

DAMIÁN DE LA TORRE AYORA

A Yanette y Liset Lantigua González no solo las une la sangre. A ellas las une una pasión por las artes, un amor por las letras. Hermanas, escritoras, lectoras insaciables están no solo unidas por la carne, las une también la imaginación.

Una imaginación que termina siendo contagiosa pues, al escucharlas hablar –a Yanette con su cubano tan marcado y a Liset con un acento más perdido-, uno puede imaginar aquel mar de caña que las envolvía:

-Uy, por qué esto no es el mar -decía, la pequeña Liset-, mientras miraba el gran cañaveral de su pueblo. Hasta que entre ambas, unidas por la mente, transformaban a la caña y el azúcar en sal y agua.

-Vamos para el mar, a nadar -guiaba Yanette, la niña mayor- a su hermana.

Ahora siguen juntas. Sí, su niñez en el pueblo Los Arabos, en Matanzas (Cuba), está en su memoria, atrás han quedado esos años, pero nunca olvidados. Y eso se percibe en cada una de sus reflexiones que marcan su literatura.

El origen

Mami las acompaña. Mami siempre está con ellas. Mami tiene ese bamboleo entre la picardía y seriedad de los ojos de Yanette, y la sonrisa de Liset (por cierto, Liset cree que no sonríe bien, se equivoca). A mami le pica la lengua por hablar en medio de la entrevista. Está orgullosa, y tiene razón. Mami es Mayra González, una especialista en dar talleres literarios. Y en Cuba “los talleres fueron toda una institución”, remarca Liset.

Pero no solo sobre los hombros de Mami recae ese apego por la lectura, por la música, por las artes. Estaban rodeados de tíos y abuelos que celebraban la inventiva de las pequeñas. Un día, por ejemplo, un tío hasta se cayó por tanta carcajada al piso cuando las veía en sus interpretaciones. Yanette y Liset afirman que tuvieron una “infancia alegre”.

“Eso sí, como que yo jugué más”, dice Liset. “Pero es que eras más chica”, responde Yanette. Ambas, insisten, tienen los mejores recuerdos de su infancia, aunque la misma siempre estuvo rozando a la adultez. “Como que fuimos unas niñas adultas”, indica Liset.

Por su parte, Yanette tiene un flash back y comparte las coreografías que hacían. Ella haciendo de Raffaella Carrà y Liset encarnando a Lolita. Venían los aplausos de su familia, y a eso se le suma la ventaja de estar en un pueblo, donde “se patea una piedra y suena música”, como cuenta Yanette, o que “se patea otra y sale un poeta”, acota Liset.

Yanette

Al ver la camaradería, nadie describe de mejor manera a Yanette que su hermana Liset. Más que respeto, la mira con admiración. Está por demás describir cómo la mira Mayra (quien se dará su tiempo para sacar pecho y contar el amor de su hija mayor por la obra de José Martí).

Pero vamos con Liset: “Si no lo digo yo, Yanette no lo dice: mi hermana fue la mejor egresada de su promoción… Es una maestra en Literatura, y no me refiero a lo que imparte clases… Sus lecturas y reflexiones son profundas…

Fíjate que mi hija siempre le da pena el no haber sido su alumna. Mi hermana es la mejor lectora que conozco. Y sí, es una amante de la figura de Martí”.

Yanette podía recitar desde chica, sin problemas, los versos de Martí. Es más, tiene la capacidad de señalar que hacía Martí en determinada fecha al preguntarle –Mami saca pecho y dice: “yo le regalé el mapa del mundo donde ella ubicaba lo que hacía Martí en tal año y lugar”-.

“Cuando una aborda a Martí tiene la capacidad de entender lo que es la excelencia. Lo que su pensamiento tiene vigencia hasta hoy, no es una falacia”.

Liset

No es un juego de halagos. Es ese amor que va más allá del llamado de las letras. Yanette, con una mirada algo más maternal, siempre se referirá con admiración a su hermana, Liset: “Desde que era chiquita sobresalía. Toda su vida ha escrito poesía, y muy buena… Liset es la persona con más imaginación que conozco en el mundo… Si vieras la disciplina de la niña, era desde chiquita rigurosita en sus tareas y en lo que le gustaba… Ella lo dice porque es mi hermana, ambas somos buenas lectoras”.

Por su parte, Mayra –incomodando un poco a Liset- contará que tomaba sus poemas y los llevaba donde reconocidos poetas y todos se admiraban y le preguntaban de quién eran, pues resultaban “formidables”. “Mami, eso lo dices tú porque me quieres”, dice Liset, mientras lanza un guiño como diciendo: “escúchala, pero recuerda que es mi madre”.

Liset ha publicado más libros de narrativa para niños, pero siempre será una poeta. Empezó con poesía y continúa escribiendo más allá de cualquier publicación –que no son escasas-. Y poetiza todo en su vida. Hay mañanas en que su hija le lee un poema en francés y, sin entenderlo, lo siente. En sus textos siempre habrá algo de su poesía, y esta evocará a la infancia, la añoranza y un aire de arraigo.

Lecturas

Sobre la mesa hay varios libros de las hermanas Lantigua. Están libros de años atrás, así como los más recientes.

Por ahí están ‘Alika’ y ‘El diente intruso’ de Yanette. Y ambos textos bastan para comprender su mirada. “Sabes que tengo un profundo agradecimiento por el pueblo afro, en mi niñez y juventud aprendí mucho de ellos, sobre todo de las mujeres, porque la mujer afro es sinónimo de resistencia”, dice la escritora al hablar de ‘Alika’. Mientras que entre risas recuerda cuando un diente se le metió en la nariz y cómo un primo le molestaba y le decía que por suerte es un diente y no un grano de maíz que germinaría y le saldrían plantas hasta por las orejas.

Por la mesa también están títulos como ‘Contigo en la luna’ o la ‘Princesa Cochi’, de Liset. En el primero el amor y las coincidencias atrapan al lector, con Cochi las apariencias se derrumban, los estereotipos y el machismo son tratados para que grandes y pequeños hagan conciencia. Y es que los niños son primordiales: “El mundo de los niños es ese paraíso perdido. La mejor defensa es la palabra, y eso debemos entender cuando se escribe y se lee, cuando se hace conciencia desde la literatura”, concluye Liset.

Diálogo. Yanette y Liset Lantigua durante la entrevista, en la cual compartieron parte de su vida.
Diálogo. Yanette y Liset Lantigua durante la entrevista, en la cual compartieron parte de su vida.

Perfil
Yanette Lantigua

° Escritora cubana (1973) radicada en Ecuador. Realizó estudios en Literatura. Se desempeña como docente. Comparte sus conocimientos en el Colegio Menor San Francisco. Es autora de ‘Mariana y el albiqueño’, ‘Alika’ y ‘El diente intruso’.

Perfil
Liset Lantigua

° Escritora cubana (1976) radicada en nuestro país. Realizó estudios en bibliotecología y posee un máster en Edición por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha ganado el Premio Darío Guevara Mayorga (2009) y fue incluida en la Lista de Honor IBBY 2009.