Comunidades de Quisapincha promueven la salud a través de productos ancestrales

Objeto. Integrantes del emprendimiento trabajan arduamente en la producción de las frutas deshidratadas.
Objeto. Integrantes del emprendimiento trabajan arduamente en la producción de las frutas deshidratadas.
Variedad. Entre los productos de consumo está la mashua, el boldo y la ruda, propios de la zona andina de Quisapincha.
Variedad. Entre los productos de consumo está la mashua, el boldo y la ruda, propios de la zona andina de Quisapincha.
Interacción. Sus productos se ofrecen en distintas ferias de Tungurahua.
Interacción. Sus productos se ofrecen en distintas ferias de Tungurahua.

TUNGURAHUA

‘Quisa’ es el nuevo producto sano y natural, con propiedades nutritivas y curativas que promueve una alimentación saludable, aseguran sus creadores. Son frutas y plantas deshidratadas que se elaboran en Quisapincha, parroquia ubicada al suroccidente de Ambato.

Este emprendimiento nació de la voluntad de cinco jóvenes que decidieron hacer sus productos sin dejar de lado su esencia indígena.

Ellos decidieron usar la marca ‘Quisa’ para dejar el nombre de su parroquia muy en alto, ya que proviene de Quisapincha, que significa ‘planta naciente’. “Este es un proyecto nuevo hecho para los jóvenes de las comunidades”, manifestó, Edgar Chacha, uno de los integrantes.

“Este emprendimiento es para todos los jóvenes, no queremos encerrarnos en un círculo, sino queremos abarcar a más jóvenes de otras comunidades, ayudarles y que se sumen a esto”, enfatizó Chacha.

Variedad

Existe una gama de estas frutas (piña, plátano, manzana, frutilla…) que ofrecen a las personas. También comercializan plantas medicinales que se dan en la comunidad como: ruda, orégano pequeño y mashua. Esta última es un producto andino que constituye parte importante de la dieta de sus habitantes desde tiempos prehispánicos. Se le atribuyen propiedades beneficiosas para curar afecciones de la próstata y es antibiótico.

EL DATO
Los costos de los productos varían según los gramos que lo consuman; sin embargo, el valor promedio es de 0,50 ctvs. a 1 dólar.

El orégano pequeño sirve para desinflamar el estómago, especialmente cuando se come algo pesado, mientras que la ruda se usa para problemas como la falta de apetito, el dolor y la diarrea.

Las personas deben consumir como mínimo una fruta diaria, es decir 10 gramos, manifestó Marcia Chacha, nutricionista e integrante del emprendimiento.

También existe una bebida que es hecha de cidra de manzana y sirve para reducir el peso, los niveles de colesterol y la glucosa para los diabéticos. Este jarabe ha recibido gran aceptación, pues incluso se ha enviado a Lago Agrio como un remedio natural para sus clientes, cuentan los productores.

Beneficios

Marcia Chacha considera que para la mayoría de personas es muy difícil llevar las frutas en bolsas o maletas, además, se dañan rápido. Por esto implementaron las frutas deshidratadas que vienen en pequeños sobres sellados y contienen –dicen- el mismo valor nutricional de las frutas o plantas medicinales originarias de la zona.

Estas aportan un porcentaje de vitaminas, fibra dietética e hidratos de carbono. Al no contener agua, las frutas deshidratadas reducen en gran medida su tamaño y se convierten en un aperitivo hipercalórico rico en nutrientes. “Es saludable para las personas, puesto que el sabor que tiene atrae al paladar y nos hace bien consumir productos naturales”, expresó Andrés Sánchez, cliente.

Estos frutos también tienden a contener cantidades significativas de ácido fólico (vitamina B9), el cual participa en la creación de células nuevas y es fundamental durante el embarazo; puede prevenir defectos congénitos en el bebé. (EO)

Comunidades que participan

Los jóvenes que integran el proyecto son de distintas comunidades de la parroquia, entre ellas están Ambayata, Santa Rosa Pamba, Pasañan y del barrio Turuloma.

Según este grupo de emprendedores, de esta forma incentivan a los jóvenes para que ya no dejen el pueblo, sobretodo no pierdan su identidad, ni sus raíces, debido a que existe mucha migración en el sitio y en la mayoría de comunidades viven solo adultos mayores y mujeres.

“Se ha perdido bastante la identidad. Ya no se utiliza la vestimenta”, expresó Chacha, quien agregó que esto se debe también al racismo que han sufrido y para poder acceder a la educación empezaron a vestirse como mestizos.

Debido a la migración se realizan reuniones juveniles, en las cuales les impulsan para que los jóvenes se inmiscuyan en este tipo de emprendimientos, sobre todo trabajan con la zona media con las comunidades de: Galpón, Pucará Chico, Pucará Grande, Putugleo, Puganza, Ambayata, Quindialo, Cachilvana Chico y Cachilvana Grande, indicó Chacha.