Retirarse con dignidad

POR: Fausto Jaramillo Y.

Que las acciones dicen más que las palabras, ya no hay quien lo niegue. Podemos, los humanos, disfrazar nuestras miserias con adorables y sonoras palabras, pero un acto, una decisión, desnuda nuestro verdadero sentir, pensar y vivir.

Cuando apenas habían transcurrido menos de 72 horas desde que el equipo del Real Madrid, consiguiera la copa Champions de Europa, su técnico ha presentado su renuncia y se retira del club donde ha conseguido muchos triunfos y la fama de ser uno de los mejores entrenadores de fútbol del mundo.

La noticia en sí, no merecería ningún comentario. La decisión de renunciar a su cargo le pertenece por entero a Zinedine Zidane; sin embargo adquiere una enorme trascendencia porque se constituye en un ejemplo de dignidad y sindéresis muy pocas veces visto en las alturas del poder y del espectáculo.

Por supuesto que el fútbol otorga fama y poder a quienes lo practican. Por supuesto que el fútbol entrega enormes cifras de dinero a los triunfadores. Zidane fue ambas cosas, un entrenador con poder, con carisma, a quien los madrilistas adoraron por haberles entregado varios campeonatos y por ser reconocido en su mundo como uno de los mejores. Sin embargo abandona su cargo y lo hace con humildad y con dignidad. Según sus palabras se marcha porque ya ha cumplido el ciclo, ha entregado todo lo que podía dar a sus pupilos y es hora de que venga otro entrenador a plantear nuevos desafíos a sus jugadores.

No se va por dinero, tampoco por el ansia de ser recordado, simplemente se va porque entiende que los cargos no son eternos, que hay que modificar ideas y comportamientos para alcanzar la excelencia y por eso deja a sus pupilos en el punto de mejorar su comportamiento con nuevos desafíos.

Zinedine Zidane, nos deja una lección aplicable a cualquier profesión, a cualquier cargo. Al cumplir un ciclo es mejor dar paso al costado, sin bullanguerías ni gritos destemplados, sin considerarse víctima ni clamar persecuciones; no, cuando estaba en la cima, cuando podía reclamar halagos y canonjías, cuando todos en su club querían seguir brindando con él, la consecución del campeonato de Europa, él da el paso a un costado y se marcha con la dignidad que otorga el haber cumplido la tarea y anhela para su gente el que sigan cosechando otros éxitos.

No importa la actividad humana, no es lo que se dice, lo verdadero es lo que se es.