En esta provincia los pobladores de las comunidades enseñan sus artesanías y cultura.
Redacción SANTSA ELENA
La capital de la provincia más joven del Ecuador que lleva el mismo nombre, crea alternativas de turismo que se desarrollan en las comunidades campesinas. Allí enseñan los varios oficios que sus pobladores tienen, en especial la elaboración de los sombreros de paja toquilla.
En este contexto, se inauguró el Circuito de la paja toquilla, una propuesta que permite a los visitantes conocer los lugares en los cuales se cultiva y produce la materia prima con la que se elaboran estas prendas, consideradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La nueva ‘ruta’, impulsada por el Ministerio de Turismo, comprende un recorrido de más de 150 km por las comunas Barcelona y Dos Mangas. Sus habitantes aún conservan las prácticas ancestrales del tejido y en estos sitios se puede evidenciar el ingenio y habilidad de sus pobladores para hacer con la toquilla no solo sombreros, sino también bolsos, paneras y una variedad de adornos. Mientras que varios de sus hombres demuestran su habilidad para tallar toda clase de figuras y logotipos con la tagua.
Las denomimaciones poco comunes de estos poblados tienen su razón. Se cuenta que el nombre de Dos mangas se debe a que cerca se unen los riachuelos Grande y Colín y como antiguamente los habitantes llamaban a los ríos ‘mangas’, entonces fue la mejor opción. En cuanto a Barcelona, no fue bautizado así por alguna afición a ese equipo de fútbol, sino que más bien fue la decisión tomada por el sacerdote catalán Luis Fornel, quien llegó en sus inicios al lugar.
Experiencia
Durante el circuito, que es posible realizarlo también a caballo, los turistas no solo recorren las 280 hectáreas de cultivos (donde trabajan 50 familias), también participan en el tejido de productos elaborados con la paja toquilla. Visitan el Museo de Valdivia, que posee una colección de restos arqueológicos en cerámica, piedra, concha. Además, está el Parque Marino Valdivia, donde se observan especies acuáticas, entre aves, mamíferos, peces y condrictios (peces cartilaginosos), que fascinan a todos los visitantes.
Ricardo Armijos, coordinador Zonal 5 del Ministerio de Turismo, aseguró que con el valor turístico que se adiciona a la ruta “se expondrá al mundo toda la cadena de valor que existe en Santa Elena”.
La propuesta de desarrollar e impulsar este recorrido es el resultado de la Sexta mesa territorial del Plan de Salvaguardia del Tejido Tradicional del Sombrero de Paja Toquilla, que se realizó en junio de 2017, en esta provincia.
Los atractivos de otras comunas
Santa Elena ofrece una variada oferta turística en los territorios rurales para conocer la cultura y patrimonio ancestral, característico de la región. Mientras que las playas, las bahías, los acantilados, las ensenadas, las planicies, las montañas, los manglares y los bosques son sitios ideales para la práctica de deportes como el parapente, que se impulsa en la comunidad de San Pedro.
Mar adentro de Ayange está un Cristo de 2,5 m de alto, con los brazos abiertos, sumergido a 11 m bajo el agua. Es visto desde la superficie por los visitantes a su paso al islote El Pelado.
También está la comunidad de Sacachún, que aún conserva sus raíces y tradiciones, desde la prehistoria, cuando fue parte de la cultura Valdivia y Guangala, hasta la actualidad. Sus pobladores le rinden culto a San Biritute, monolito que dicen tiene poderes para la fertilidad, la lluvia y el amor. (CM)
Cifras reflejan acogida
° El Circuito de la paja toquilla ha recibido la visita de más de 1.000 personas entre nacionales y extranjeros que han llegado a Barcelona y Dos Mangas entre enero y abril de este año.
Los turistas foráneos son en su mayoría estadounidenses, pero también se ha registrado el arribo de colombianos, peruanos, chilenos, argentinos, canadienses y chinos.
