La fiesta de San Antonio, el casamentero y milagroso, se realizará el 13 de junio al norte de Esmeraldas

DEVOCIÓN. San Antonio tiene un espacio en varias casas de poblaciones afroecuatorianas del norte de Esmeraldas. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)
DEVOCIÓN. San Antonio tiene un espacio en varias casas de poblaciones afroecuatorianas del norte de Esmeraldas. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)

Durante toda la noche del 13 de junio, entre rezos, arrullos y alimento, le rinden muestras de fe y respeto.

San Antonio es el santo más poderoso entre el santoral afrodescendiente de Esmeraldas. Los devotos lo describen como un beato vivo, emotivo, celoso y travieso. Algunas veces se le atribuye movilidad, pues aparece y desaparece.

En los altares no se le puede poner al lado de ciertos santos, porque él mismo se encarga de hacerlos a un lado. Las comunidades lo veneran con frenesí y en la mayoría de sus sagrarios hay una imagen de él, como un guardián celestial.

La fiesta de San Antonio de Padua es el 13 de junio, fecha en que murió. En la mayoría de las comunidades afroecuatorianas de ‘la provincia verde’ lo celebran con arrullos, de manera particular en Wuimbicito, Wimbi, San Antonio, Selva Alegre, entre otras situadas en los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo.

COSTUMBRE. A San Antonio suelen vestirlo y adornarlo como señal de fe y respeto. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)
COSTUMBRE. A San Antonio suelen vestirlo y adornarlo como señal de fe y respeto. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)

Entre santo y humano
La creencia de sus fieles les hace decir que San Antonio no solo es milagroso, sino que también tiene características de humano. Según la imaginería popular, es un santo que se relaciona con los devotos de manera particular. Esto también, de acuerdo con el testimonio de don Marconis Ayoví, un fiestero y seguidor, el cual recoge el antropólogo John Antón Sánchez en su libro ‘El santoral católico afroecuatoriano’. Es una publicación que tiene más de 50 crónicas que revelan la fe del pueblo afro a más de un santo.

Al santo no hay como fallarle y que si no se le puede hacer el arrullo por alguna circunstancia, se conversa con él y se le explica las razones. A cambio le ofrecen algo más sencillo, como por ejemplo la luminaria del altar. Al mismo tiempo le piden que les ayude para que el próximo año tengan los recursos para hacerle la fiesta y “él lo hace”, relata don Marconis, habitante de la comunidad de San Antonio en la parroquia Eloy Alfaro. Él realiza los arrullos por más de 40 años, tradición heredada de su padre y por convicción espiritual.

ALTARES. Los devotos usan todos los recursos a su alrededor para adornar los altares. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)
ALTARES. Los devotos usan todos los recursos a su alrededor para adornar los altares. (Foto: Santoral católico afroecuatoriano)

Toda una noche
En el libro de Antón Sánchez se explica que los arrullos son preparados con anticipación y el día mismo de la celebración llegan las personas de varias comunidades para comenzar, a las 20:00, con la lectura del Rosario, que tiene una duración de una hora y media aproximadamente.

Después se toma un descanso y se continúa con el rezo hasta media noche, cuando se sirve un chocolate con pan. A la 01:00 se retoma el arrullo hasta las 04:00, para un nuevo descanso y alimentar a los asistentes con un tapado (caldo cuyos principales ingredientes son el plátano verde y el pescado). El arrullo termina entre 06:00 y 07:00 del día siguiente.

En los arrullos está presente la música afroecuatoriana. (CM)

Es casamentero
° Una de las virtudes de San Antonio es su capacidad para hacer milagros. Entre estos sobresale las atribuciones más curiosas para que las jovencitas consigan novios y esposos, dice John Antón Sánchez en su libro ‘El santoral católico afroecuatoriano’.

En América se conoce como el santo de los matrimonios y el día de fiesta (13 de junio) las muchachas solteras compran una imagen de San Antonio, la colocan al revés como castigo o le arrancan y le secuestran el Niño Jesús que carga en sus brazos.

El castigo y el secuestro terminan cuando las chicas encuentran novio y se casan. Además de esa curiosidad muy arraigada a la fe del santo, hay una serie de milagros.