Carlos Trujillo Sierra
Los desperdicios elevados a categorías histórico-políticas, elevados a evangelios apócrifos. El agua sigue fluyendo por la calzada encementada delante de mi casa que es un contento. Aperturar no es elegante ni culto, es pedante y repetición ignorante e irreflexiva. Los muchachos malcriados (derechos de los niños) no llegarán nunca a ser rebeldes. Repito, sin cansarme esclavos (sumisos y voluntarios) no pueden ser maestros de hombres libres, cambiemos de maestros.
Definitivamente, la Cancilleresa no representa ni nunca representó a todo nuestro pueblo, apenas sí es aceptable para unos cuantos empecinados y beneficiarios de la década pasada y de inicios del actual gobierno. El Presidente (si no fuera por su silla de ruedas-no es el primero, el primero y el más famoso fue Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos de 1933 a 1945) con sus tropiezos verbales e ideológicos ya hubiera rodado por las escalinatas de piedra de Carondelet unas cuantas veces.
Así también como el pueblo rechaza las monstruosidades de Ortega en Nicaragua y de Maduro en Venezuela incluido su lenguaje procaz, grosero y soez, lenguaje que hasta en los niveles más pobres (es decir menos educados) es mal visto y mal oído. Pronto, alguien recordará que los campeones de los Derechos Humanos expulsaron sin fórmula de juicio, entre gallos y medianoche en una fría madrugada del hospitalario Quito, a varios cientos de cubanos refugiados en el Ecuador; el mismo Ecuador que recibe miles de colombianos (desde los años 50), pasando por los chilenos y luego los haitianos, los peruanos y hoy los venezolanos. Será otro escándalo como el de la piñata y lotería trucada de las frecuencias de radio y televisión.
A Nissman, el Fiscal Federal argentino, lo mataron porque acusó a la Kischner de encubrir a los terroristas iraníes que atacaron a una mutualista israelí -en Buenos Aires- matando casi 90 civiles. Cristina no está en la cárcel porque es Senadora y Correa anda en las mismas pero él en Bélgica, en Managua, en La Habana, y no podía faltar, en Caracas. La Interpol se verá negras si prosperan las acusaciones de ser el actor intelectual del secuestro del diputado Balda, de la deportación y prisión del diputado Lara y del asesinato del Gral. Gabela por denunciar el negociado de los Drhuv de la India, y de cualquier otro conejo que pueda saltar de los matorrales de la justicia.