¿Entreguismo?

Rodrigo Santillán Peralbo

El presidente Lenín Moreno ha invitado al vicepresidente de Estados Unidos M. Pence para que venga al Ecuador y mantenga una entrevista con él. ¿Para qué? ¿Acaso para impulsar las negociaciones de un tratado de libre comercio con una gran tajada para Washington?

Tan mala debe ser la situación que, en actitud entreguista, se pone en juego la soberanía, independencia y dignidad, porque los Estados Unidos de Trump que revive la doctrina Monroe, nada ofrece por generosidad, sino para recuperar la hegemonía que había perdido en el “patio trasero”.

Pence se autodefine como cristiano, conservador y republicano. Los que le conocen afirman que es un político en extremo intolerante con su conservadurismo evangélico, un fanático de la extrema derecha del partido Republicano, miembro del neofascista “Tea Party”, tan criticado por los propios republicanos.

El analista estadounidense Richard North Patterson es un duro crítico de Pence. Afirma que su carrera “la inició en un programa de radio despotricando sobre el “mito” del calentamiento global, la traición de Washington y las verdades de una comunidad evangélica amenazada por la vida cosmopolita.

La devoción de pronto se empapó del pragmatismo, Pence aprendió qué funcionaba una agenda antigay, antiaborto, ofrecida con una retórica imprudente presentada con una pose de rectitud” que no “le impidió usar fondos de la campaña para pagar su hipoteca, su auto, su tarjeta de crédito, sus gastos de golf y su lista del súper”. Ahora es vicepresidente de D. Trump y de su política intervencionista, guerrerista y doctrina nuclear

¿Viene Pence a ordenar la posición de Ecuador en política internacional, economía y finanzas, a pesar de la xenofobia y odio de Trump a América Latina, o a ofrecer más “ayuda desinteresada”?

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