Rol de pago

Pablo Izquierdo Pinos

La remuneración de un médico depende de dos factores: el país donde trabaje y la especialidad que ejerza. En Latinoamérica, los países donde los médicos reciben mayor sueldo son Brasil, Argentina y Chile con valores entre 30 y 40 mil dólares al año. En Colombia, el promedio de un médico general es de 3.000 dólares al mes. Los peor pagados son los médicos cubanos, quienes ganan un promedio de 765 dólares al año y los venezolanos que tienen sueldos entre 700 y 3.500 anuales.

La homologación salarial y la falsa meritocracia fueron nefastas para los médicos ecuatorianos. El Decreto 813 de “renuncia voluntaria” expulsó a los especialistas más sabios y experimentados y favoreció a jóvenes médicos foráneos que continúan revalidando sus títulos y especialidades en 24 horas, sin ningún examen. Al siguiente día pasan a ganar 2.700 dólares. País generoso. No: irresponsable.

Sin embargo, el salario de los médicos ecuatorianos es bajo en comparación con otros países de la región, pero alto si lo comparamos con el salario básico unificado de $386. Oscila entre 10.200 y 26.000 dólares anuales. Todavía buscamos a los médicos ecuatorianos que ganan 4.500 dólares mensuales, a decir de una exministra de Salud, en medio de obligados aplaudidores en una sabatina. Prohibido olvidar.

Cardiólogos, Pediatras, Cirujanos, Urólogos, Gastroenterólogos, Anestesiólogos, Emergenciólogos, Intensivistas, ganan igual 2.641 dólares. Pueden tener un año de experiencia o 30, da lo mismo. Formación, educación, investigación, docencia, no cuentan. Especialistas súper formados como neurocirujanos, trasplantólogos, cirujanos cardiotorácicos trabajan sin límite horario por la misma remuneración. Asambleístas: 5.000 dólares.

Hay poca atención a los especialistas en salud pública, epidemiología, enfermeras, trabajadoras sociales, odontólogos, terapistas, tecnólogos, farmacéuticos, etc., cuyo rol es esencial en la nueva concepción integral de la salud y que fueron olvidados la última década. El trasfondo de estas injusticias fue político, pues la burocracia consume buena parte del presupuesto de salud: del total de personas que trabajan en el ámbito de la red pública de salud, el 65% es personal no sanitario, es decir, dos de cada tres empleados no son médicos, ni enfermeras, ni odontólogos, ni laboratoristas. Y vamos para peor.

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