La hora de la justicia

Evidentemente con el reemplazo de altas autoridades del Estado, que fueron designadas con el beneplácito y bajo las órdenes de Correa, las cosas para el exemperador se complicaron, tenemos nuevo Procurador, nuevo Fiscal, otros miembros del Consejo de Judicatura, Defensor del Pueblo, nuevo Presidente de la Asamblea, unos se fueron por la fuerza de las circunstancias, otros gracias al trabajo ágil y categórico de Cpccs-Transitorio, lo que le ha granjeado el respeto y gratitud de los ecuatorianos, excepto claro de personas como la señora Gabriela Rivadeneira, quien se atrevió a calificar de “viejo” a J.C. Trujillo, la respuesta que recibió de este honorable caballero fue una bofetada moral: “obviamente soy viejo es innegable dijo, lo que no he sido ni jamás seré es ladrón”, sentenció muy sereno.

En este contexto, el nuevo Fiscal General ha vinculado a Correa en la investigación del caso Balda, han salido a la luz documentos, grabaciones y testimonios que señalan a Rafael Correa como principal autor intelectual de este hecho; en su acostumbrado estilo el susodicho ya se adelantó a calificar de inconstitucional tal medida; de otro lado Rommy Vallejo exjefe de la SENAIM, desmintió a Correa, quien dice no saber nada en cuanto a la cadena de mando, de donde derivó el intento de secuestro a Fernando Balda. En primera instancia se pensó que la Asamblea debía autorizar que se investigue a Correa, la votación realizada para este fin sólo sirvió para desenmascarar a los nostálgicos que al interior de la Asamblea no han superado el atontamiento al que estuvieron sometidos. Se demostró que ‘correístas’ y los tales ‘morenistas’ son dos alas, pero del mismo pájaro.

De aceptarse esa votación que fue festejada por los adoradores de Correa, este se hubiera escabullido a la justicia, pero la Constitución es clara al indicar que tal autorización sólo aplica a los presidentes, nada dice sobre quienes dejaron de serlo. Esta aclaración sumada a la conminación gubernamental para que se actúe en función de Patria, hizo que se defina la situación y el ciudadano Rafael Correa Delgado, quien en el 2017 dejó de ser presidente y a Dios gracias no volverá a serlo, deberá responder ante la justicia por los abusos cometidos, los que van más allá de lo administrativo y económico, será un buen escenario para indagar sobre los nuevos elementos de juicio relativos a la tragicomedia del 30S, sobre el asesinato del General Gabela y otros presuntos crímenes de Estado, por los cuales el ciudadano Correa deberá responder.

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