POR: Manuel Báez R.
Las nuevas verdades no son tan nuevas que digamos, siempre nos han ofrecido cambios con ideas nuevas y volvemos a lo mismo o peor.
Sabemos que la existencia tiene una ciencia íntegra de cada vida, que se remonta miles de años en la ciencia humana. No tiene límite ni en el tiempo ni en el espacio, ciencia que se la conoce como “Ayurveda”, que proviene de dos raíces sanscritas: ayos “vida” y veda “conocimiento”, es así como se descubre una riqueza en tecnología y más aspectos que comparten con la inteligencia humana infinita, al mismo tiempo logra cierto equilibrio; sin embargo sobre la marcha todo está en peligro a causa de la desorganización de los gobiernos, la sociedad, las entidades colegiadas que no quieren interactivas a través de los canales de inteligencia abiertos y bien balanceados.
El valor del cambio, o sea el dinamismo no se puede concretar, porque los sectores importantes entre sí no se tienen confianza, y en este orden no es posible conseguir estabilidad, que es la base de todo progreso.
A medida que se investigue más la dinámica de la conciencia se utilizará con éxito para solucionar problemas sociales a una escala más amplia, porque el campo de la vida humana es el campo de posibilidades infinitas.
Es importante que el pueblo viva con más entusiasmo y actuará de manera correcta; pero con el compás que actualmente tenemos parece que estamos muy lejos de alcanzar los objetivos deseados para construir una buena característica de país progresista, porque mucha falta nos hace que el hombre sea como la personificación de todo el poder de la naturaleza.