AUTOR: Ricardo Vera
Esta semana dos hechos me han parecido grotescos, lo que me ha dado vergüenza ajena, y un extraño sentimiento que solo lo generan los eventos patéticos.
El primero tiene que ver con el desempeño de nuestra selección de fútbol, que sin alma ni corazón, perdió ante Perú. Ese sentimiento de impotencia se agudizaba al ver cómo Felipao se movía “menos que pelo de estatua”, y al ver a Achillier y Velasco regalando pelotas y dando patadas al aire con menos técnica que el “malo del barrio”. La gota que derramó el vaso de esa trágica tarde deportiva fue ver la impavidez de Quinteros, quien no justificó que estaba a la altura de dirigir a la ‘Tri’, ya que no demostró la suficiente capacidad, habilidad y actitud para planificar y definir estrategias antes y durante el partido, traduciéndose en erróneos planteamientos con jugadores fuera de nivel, y con una escasa reacción para hacer cambios oportunos. Punto aparte, los dirigentes que con bravuconadas intentar evadir su responsabilidad, siendo cómplices del fracaso, ya que “no es culpa solo del inepto y arrogante, sino de quien lo hace compadre y lo mantiene”.
El segundo hecho tiene que ver con una encuesta digital que intentaba persuadir a los internautas a que determinen su intención de voto para Prefecto de nuestra provincia, de entre más de una docena de personas. No estoy en contra del derecho de cualquier ciudadano de proclamarse candidato, pero sí en contra de estas malas prácticas de oscuros personajes que intentan manipular la herramienta de investigación para aparecer como los elegidos. Lo que no saben es que estas prácticas antitécnicas son un búmeran, ya que muestran su ansiedad, situación que el electorado suele rechazar. Ah y tampoco saben que no por madrugar, amanece más temprano. Patéticos.