Antonio Ledezma, el exalcalde de Caracas, recomienda que Ecuador cuide su libertad

VISITA. Ofreció estas declaraciones tras recibir ‘las llaves de la ciudad’, de manos del alcalde Jaime Nebot.
VISITA. Ofreció estas declaraciones tras recibir ‘las llaves de la ciudad’, de manos del alcalde Jaime Nebot.

Redacción GUAYAQUIL

“Cuando uno pierde la libertad, llega a valorarla. La añora intensamente. Eso es lo que viví, esa es mi nostalgia”. La frase la dijo ayer en Guayaquil Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas y opositor al Régimen de Nicolás Maduro.

En una corta visita al país, por invitación del alcalde de Machala, Carlos Falquez Aguilar, relató la consecuencias de haber sido oposición: persecución, cárcel y salir del país para denunciar al mundo lo que pasa en Venezuela.

“Si algo recomiendo a los líderes políticos y al periodismo es no perder la esperanza”, señaló Ledezma. En medio del diálogo con La Hora, expresó su agradecimiento al Gobierno ecuatoriano por permitir el ingreso de miles de venezolanos que huyen.

Su esposa, Mitzy Capriles, bebía café y lo miraba. Ledezma recordaba cómo salió de Venezuela. Y los riesgos: “La operación pudo haber sido abortada, me podrían haber detenido, podía ser asesinado”.

“Ya había hecho una ofrenda de 1.000 días sin mi libertad. Me ayudó gente con valor, atravesamos algunas trochas, recorrimos más de 1.000 kilómetros, 20 horas de tránsito de día y de noche, hasta llegar a la frontera con Colombia. Cruzamos más de 40 retenes de control militar y policial venezolano”.

‘Un modelo desprestigiado’
El opositor calificó al denominado socialismo del siglo XXI como algo que todos los días se desprestigia. “No tiene futuro, es una amasijo de anacronismo y recetas divorciadas de los nuevos tiempos. Además, los ensayos que se ha hecho con ese socialismo han fracasado y los pueblos a los que se les ofreció prosperidad, hoy están sumidos en la pobreza”, advirtió.

1.000
kilómetros tuvo que recorrer Ledezma para salir de Venezuela. A Ecuador le recomendó cuidar su democracia y sus libertades, las instituciones. Está lejos, pero confía en que pronto podrá volver: “Veo cerca mi retorno, soy optimista”.

Luego de recibir las ‘llaves de la ciudad’, en Guayaquil, recordó cómo hasta hace poco en la OEA los voceros ecuatorianos “se plegaban al lado de quienes encarnan un Régimen que martiriza a nuestro pueblo”. “Hoy –contrapuso- hay una posición de cautela, incluso declaraciones que cuestionan la dictadura”. (DAB)

FRASE

El socialismo del siglo XXI es un amasijo de anacronismo”.