En casi 100 millones ha aumentado el subsidio al combustible en 2018

Gasto. Aunque el país exporta petróleo tiene que destinar muchos recursos para la importación de derivados.
Gasto. Aunque el país exporta petróleo tiene que destinar muchos recursos para la importación de derivados.

Si el precio del petróleo se mantiene en los niveles actuales, el gasto por subsidio de combustibles podría acercarse a los 2.000 millones anuales.

En lo que va del año, la pérdida ocasionada por el subsidio de los combustibles importados y luego vendidos en el país alcanzó los 356 millones de dólares. Esto, combinado con los precios del petróleo, podrían llevar, en todo 2018, a pérdidas por 1.600 millones.

Según Fausto Ortiz, exministro de economía, equivale a un poco más de 3 puntos del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Sin embargo, si el precio del crudo llegara a 90 dólares, la pérdida equivaldría aproximadamente a 4.260 millones, u 8 puntos del IVA.

Según datos del Observatorio de la Política Fiscal, en términos totales, desde 2013 hasta la fecha, Ecuador ha gastado 11.393 millones por este rubro, lo que equivale a casi el 20% del saldo actual de la deuda pública.

Si se compara lo transcurrido de 2018, con igual periodo de 2017, el gasto ha aumentado en 92 millones. Lo cual, en criterio del ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, puede provocar, si no se concreta el proyecto de la refinería de Manabí, que para 2021 el país haya gastado más de 22.000 millones.

El aumento en los gastos de importación de combustibles se reactivó en 2017, luego de una fuerte caída debido a la baja de los precios internacionales del crudo. Así, en 2016 importamos 628 millones y al año siguiente fueron 1.123 millones, casi 80% más.

Ortiz plantea una vía que debería ser analizada por el Gobierno: “Bajar un par de puntos al IVA y poner los combustibles a precios internacionales, con focalizaciones en transporte público y gas”.

El experto petrolero Roberto Viteri aseveró que una decisión de ese tipo tiene un alto costo político, porque en el imaginario social los precios de transporte y gas son casi intocables.

Sin embargo matizó que “el debate debe instalarse”. “Los ciudadanos no podemos seguir financiando un subsidio que beneficia a los estratos con ingresos más altos. Nada es gratis, menos los gastos para mantener artificialmente bajos los precios de los combustibles. El gobierno debe, en los próximos años, tomar decisiones difíciles”, finalizó. (JS)