Defensa y seguridad

Rosalía Arteaga Serrano

Una iniciativa que no debe pasar desapercibida, es la llevada a cabo durante la semana pasada, organizada por la Asamblea Nacional y Fundación Fidal, y que tiene que ver con la percepción y el trabajo que están llamados a ejecutar los diferentes estamentos de la sociedad, sobre todo los gubernamentales con relación a la crítica situación de la frontera Norte.

Uno de los más importantes cometidos en la razón de ser del Estado, de cualquier Estado, es la protección de sus ciudadanos y brindarles un espacio seguro dentro de sus fronteras, de manera que no deban sufrir amenazas de fuerzas externas o internas contra su libre derecho a circular y a ejercer sus actividades ciudadanas.

Lo ocurrido este año, con la violencia en la frontera Norte, el secuestro y muerte de ciudadanos ecuatorianos y la destrucción de inmuebles, pone en alerta a los pobladores de la zona, quienes en muchos casos han abandonado sus casas y propiedades frente a la inseguridad manifiesta, pero también ha causado una terrible inseguridad a todo el país.

La respuesta a lo ocurrido viene desde diferentes frentes, ya que no puede ser solo desde la militarización o la asignación de tropas y operativos policiales y militares, indudablemente necesarias en los actuales momentos que se viven.

El diseño de una respuesta integral es el más acertado: atender a provincias tradicionalmente abandonadas por el Estado, proporcionar educación y salud de calidad, abrir oportunidades laborables para los jóvenes, dar sentido de pertenencia y orgullo nacional. Se pueden ahuyentar los fantasmas que se ciernen sobre el territorio nacional. Hay que diseñar políticas de Estado que dejen de lado la contienda partidista y enfoquen, de manera contundente y continuada, los graves problemas de la zona.

[email protected]