Resaca

AUTOR Nicolás Merizalde

Los buenos libros siempre dejan resaca. Y para curarla, debo gritar lo impresionado que me ha dejado ‘Entre Marx y una Mujer Desnuda’ de Jorge Enrique Adoum, genio y paisano.

Un libro que derrama originalidad por los cuatro costados. Aún vigente, porque al preguntarse sobre nuestro país-nuestro surrealista país- encuentra respuestas muy parecidas. En esencia hemos cambiado muy poco, a pesar de lo que nos diga la propaganda.

Es una aproximación biográfica a la figura Joaquín Gallegos Lara y con él recorre un país de gente hecha de tierra, de indios olvidados, paisajes como estampas bañados en sangre, gente rica que se desintoxica con una buena dosis de olvido y estupidez. Se adentra en nuestros miedos y nuestros dramas, las infidelidades, los olores de la cama y el temor de nuestro pueblo hacia nuestro pueblo. Recorre la vida de un grupo de gente que quiso soñar, aunque fuesen sueños perdidos, baldados por el peso de nuestra realidad.

Una novela deliciosamente desordenada, clásicamente serrana, con una buena carga de ironía y poesía. Y aunque me gane algún reproche, debo confesar que en muchos pasajes llegó a gustarme incluso más que Rayuela de Cortázar. Pero como la vida es injusta, aún más que la muerte, pocos recuerdan a Adoum o se acercan a su obra. Hace poco salió esta nueva edición de su novela más emblemática pero cada vez es más difícil encontrar ediciones nuevas del resto de su obra, sobre todo poética y teatral. Porque como el mismo dijo “Para que te lean en este país hay que escribir en las paredes o en las puertas de los baños”.

Yo no quiero perder la esperanza, de que al menos alguien (un buen fantasma) que lea esto, se acerque a la obra de a Adoum o de cualquier otro. Que se atreva detenerse, a soñar y a pensar; que después de todo también es una actividad de alto riesgo.