Gánsteres

Ha salido a la venta, en 12 millones de dólares, la mansión que perteneció al “enemigo público número uno” de los Estados Unidos. Está localizada en uno de los sectores más exclusivos de Miami Beach, con 2.800 metros cuadrados repletos de plantas exóticas y construcciones espaciosas, ventanales de cristal blindado, arcos, columnas, escaleras de caracol, piscina espectacular, edificación aparte para invitados, todo con vista al mar.

Se recuerda que, allí, Alphonse Gabriel Capone (1899-1947) pasó buena parte de su existencia, cuando salió de la prisión de Alcatraz, frente a San Francisco de California, donde demostró “buena conducta”.

Este sujeto, al que también se le conocía como “cara cortada”, debido a las heridas con navaja que le propinó un individuo de su misma calaña, ostentó tal poder que la justicia no pudo sino acusarle de defraudación al fisco, por lo que se le condenó a once años de prisión y no por los crímenes que perpetró. Su influencia llegó a extremos que, en 1929, junto a Albert Einstein y Mahatma Gandhi, fue declarado, por difundida revista, el “ciudadano más importante del año”.

Miami tiene encantos incomparables, por eso se le ha escogido como lugar de residencia o turismo de personajes numerosos; lamentablemente, allá también llegan delincuentes de cuello blanco, modernos gánsteres, entre ellos ecuatorianos, que fugan, con sus fortunas producto de la rapiña a los fondos públicos: en algunos casos, sus residencias son imitaciones de la de Al Capone.

Se anhela que el brazo de la ley les alcance y no reine la impunidad. La justicia debe obrar para que devuelvan los caudales que robaron a un pueblo, como el nuestro, que se debate en el engaño de sus pésimos líderes, la pobreza y la desesperanza.

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