Un llamado a la anarquía

POR: Fausto Jaramillo Y.

Es verdad que en estos tiempos, en nuestro país, suceden tantas cosas cada día que los ecuatorianos no tenemos oportunidad de digerir correctamente cada uno de los eventos, sus causas y consecuencias.

Semana tras semana, nuevos escándalos, nuevos nombramientos, nuevas críticas, bullas, asaltos, desfiles, llantos, secuestros, etc., recorren el rostro del país y, nosotros, sus habitantes pasamos en cosa de horas o de minutos, de la risa al llanto, de la sorpresa a la indignación, del asombro a la desilusión.

La semana pasada no fue diferente, mientras el campeonato mundial de fútbol acaparaba la atención ciudadana, otros eventos llenaban los espacios de los medios de comunicación y de las redes sociales: el retorno de los cuerpos de los periodistas asesinados en Colombia por elementos de la narcoguerrilla, nombramientos de nuevos fiscales, críticas a dichos nombramientos, nuevos elementos aparecen en el caso Balda, la Asamblea levanta la confidencialidad de documentos sobre la compra de los helicópteros Dhrub, nuevas pistas sobre el asesinato del general Jorge Gabela, etc. Casi no había tiempo de respirar cuando ya otro tema superaba al anterior.

El jueves, en horas de la mañana, un grupo de fieles seguidores del anterior presidente, encabezados por quien fuera presidenta de la Asamblea, pedía públicamente al innombrable que no asista al llamado de la Justicia. En otras palabras le pedían que no cumpla con la Ley. Me pregunto: ¿se habrán dado cuenta, estos personajes, de lo que significaban este pedido? ¿Habrán meditado de la inmoralidad y la ilegalidad del pedido? ¿Habrán pensado de la trascendencia de su decisión? En el caso hipotético de que vuelva a gobernar, ¿podrá exigir a los ecuatorianos, el cumplimiento de la ley? Creo que no. Al pedir, públicamente, que no acuda al llamado de la juez, no solo que le perjudica al personaje en el proceso judicial incoado en contra suya, sino que políticamente es la muestra más palpable de su irresponsabilidad. Están llamando a la desobediencia de la Ley, están diciendo que los ecuatorianos no debemos someternos al mandato de la Ley, en pocas palabras: están diciendo que cada ecuatoriano puede y debe hacer lo que le parezca sin considerar el valor de la justicia.

Así no se construye un país. Así se inicia un llamado al caos y la barbarie.