Década infame

Patricio Durán

El 6 de septiembre de 1930 se inicia en la Argentina un período marcado por la irrupción del autoritarismo. El golpe de Estado que derroca al presidente Hipólito Yrigoyen, inaugura en la historia argentina un período de irrupciones permanente a la continuidad democrática. Este golpe significó el retorno a las viejas prácticas del fraude electoral, a la corrupción y a los negociados. Por esta razón este período de la historia argentina es conocido con el nombre de Década Infame.

En el Ecuador la Década Infame se inicia con el gobierno de Rafael Correa que va desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017. Correa es el mandatario con más tiempo en el poder de forma consecutiva, seguido por Ignacio de Veintimilla que gobernó por siete años, y a quien Juan Montalvo lo calificó como “tiranuelo vulgar y sin talento”.

En la Década Infame el Ecuador se transformó en uno de los países más corruptos del mundo, por la forma institucionalizada, sistemática en que depredó sus sagrados recursos. Las formas de corrupción fueron diversas: crearon empresas de publicidad ad hoc para delinquir, uso ilegítimo de información privilegiada, tráfico de influencias, nepotismo, sobornos, extorsiones, fraudes, caciquismo, compadrazgo –de ahí lo de “compadre lindo”-, impunidad, narcotráfico, lavado de dinero, etc.

Los casos de corrupción del correísmo en áreas estratégicas son muy conocidos: Palo Azul, Coca Codo Sinclair, Toachi Pilatón, Ivanhoe, Bloque 15, campo Auca y Golfo de Guayaquil, isla Puná, Campo Sacha, Campo Armadillo, repotenciación Refinería de Esmeraldas, Pdvsa, Ancap, alegre manejo de créditos del BIESS, Mirador, negocios antes de sacar un gramo de oro; Banquete a Petrolera CGC y migajas a indígenas Sarayaku; bloque Amistad y planta Bajo Alto, etc., etc.

Nunca más otra Década Infame en el Ecuador.