MANUEL BÁEZ R.
Hablemos brevemente sobre el sueño de los humanos. No se necesita más que el sentido común para darnos cuenta de que cuando no podemos dormir es porque nuestros pensamientos nos mantienen despiertos. La preocupación y la ansiedad no son más que pensamientos negativos sobre algo que ya ocurrió o que puede ocurrir en el tiempo. Claro que, algunas veces es un pensamiento feliz o la anticipación de algún acontecimiento feliz que lo mantiene despierto.
Hay que pensar que cualquier sueño que parecía venir eventualmente es, por lo general un sueño bastante reparador.
Un sueño tranquilo, en general, indica buena salud y la calidad del sueño indica el bienestar físico y mental del que está acostumbrado. La gente feliz, contenta y amorosa rara vez sufre de insomnio.
Para poner solución a estos problemas personales, sencillamente los adultos necesitan empezar con los patrones de pensamiento que no son sanos que interfieren con lo que se debe ser completamente automático y libre de preocupaciones. En la profundidad de la mente, en el origen del pensamiento se encontrará todas las respuestas.
Tengo la seguridad de que en adelante no tendrá problemas de insomnio siempre que ponga en vigencia los correctivos adecuados y están anotados en este comentario y no tener que utilizar pastillas para dormir como ocurre con la cuarta parte de los adultos mayores norteamericanos, incluido un pequeño porcentaje de adultos mayores sudamericanos.