Tailandia logra lo imposible

ATRAPADOS. Captura de video de los niños en la cueva. (CNN)
ATRAPADOS. Captura de video de los niños en la cueva. (CNN)
HÉROE. Saman Kunan, el buzo que pereció en el rescate. (BBC)
HÉROE. Saman Kunan, el buzo que pereció en el rescate. (BBC)
MONITOR. Ekapol, el monitor de ‘Los 12 jabalíes salvajes’, quien los acompañó hasta el final. (AFP)
MONITOR. Ekapol, el monitor de ‘Los 12 jabalíes salvajes’, quien los acompañó hasta el final. (AFP)

Redacción INTERNACIONAL – AGENCIAS

La evacuación de los menores y su profesor de fútbol atrapados en una cueva inundada del norte de Tailandia terminó ayer, después de que los rescatados pasaran más de dos semanas bajo tierra.

“Los 12 Jabalíes Salvajes -el nombre de su equipo – y su entrenador fueron evacuados de la cueva”, anunció el cuerpo de élite de la marina tailandesa que participó en el rescate.

Pero, ¿por qué quedaron sin salida en la cueva? Aquí la respuesta a esa y otras preguntas sobre el caso que ha capturado la atención del mundo

¿Fiesta o pesadilla?
La celebración de un cumpleaños se convirtió en una pesadilla. La tarde del 23 de junio, 12 niños y uno de sus entrenadores de fútbol decidieron realizar una excursión al interior de la cueva Tham Luang, en el noroeste de Tailandia, para festejar el natalicio de uno de los menores.

Lo que debía ser una tarde de alegría se convirtió en una pesadilla: los jóvenes y su entrenador quedaron atrapados en el interior de la caverna. Luego de nueve días sin noticias de ellos, el grupo fue localizado a salvo a casi 4 km de la entrada de la cueva. Ayer se confirmó que los integrantes del equipo y su entrenador habían sido evacuados con éxito.

1. ¿Cuándo llegaron a la cueva?
El equipo se reunió para su práctica de fútbol a las 10 de la mañana del 23 de junio. Ekapol Chanthawong, el entrenador asistente del club infantil Jabalíes Salvajes, publicó un vídeo en directo en su cuenta de Facebook a las 10:42.

Alrededor de las 15:00 de ese sábado, el personal del parque nacional donde se ubica la cueva Tham Luang encontró 11 bicicletas estacionadas frente de la entrada de la cueva.

Uno de los padres le dijo más tarde al personal del parque que no podía comunicarse con su hijo. Eso llevó a las autoridades a indagar sobre el paradero de los adolescentes.

2. ¿A qué fueron a ese lugar?
Medios en Tailandia indican que el grupo entró a la cueva después de la práctica de fútbol para organizar una fiesta sorpresa para uno de sus compañeros.

Un miembro del equipo que no se les unió, identificado como Game, dijo al diario Kaosod que ya habían visitado la cueva otras tres veces, pero nunca durante la estación lluviosa que la hace muy riesgosa.

3. ¿Cómo se quedaron atrapados?
Poco después de que el equipo entrara a la caverna, comenzó a caer una intensa lluvia.

El agua fue inundando el interior de la cavidad y la entrada quedó bloqueada.

Los niños y su entrenador quedaron atrapados dentro mientras los niveles de agua aumentaron rápidamente, por lo que se adentraron en el sistema de túneles para encontrar un lugar seguro.

La cueva Tham Luang tiene 10.316 metros de longitud y es la cuarta más larga de Tailandia.

Todo apuntaba a que el crecimiento de los niveles de agua en las diferentes cavernas los llevó a adentrarse cada vez más hasta cuando se pusieron a salvo.

4. ¿Cómo sobrevivieron solos?
Este es uno de los puntos con menos información disponible.

Se sabe que los niños llevaban algo de comida para la celebración del cumpleaños, pero no exactamente cuánta ni qué dificultades tuvieron para conservarla y racionarla.

Antes de encontrarlos, las autoridades confiaban en que el grupo tendría agua potable de las filtraciones de la lluvia.

Sin embargo, por las cartas que enviaron desde el interior se sabe que la comida es lo que habían estado esperando con más ansias, “como nunca”, dijeron.

Otra de las dificultades que tuvieron que atravesar fueron los cambios de temperatura, pues aunque en esta época del año el interior de la cueva está a unos 26 °C, los niños dijeron que llegaron a pasar frío.

Mantener el ánimo en alto seguramente fue un factor clave que recayó en el entrenador de 25 años, opinó Luis Urzúa, uno de los mineros chilenos rescatados en 2010 tras quedar atrapados 70 días bajo tierra.

5. ¿Cómo fue el rescate?
Luego de 9 días perdidos, dos buzos encontraron a los menores y su entrenador a unos 4 km desde la entrada de la caverna.

El británico Bill Whitehouse, del Consejo de Rescate, dijo a la BBC que tuvieron que navegar “por pasajes que estaban en parte inundados”, lo que hacía imposible salir sin el equipo adecuado.

Tras un entrenamiento básico de buceo y nado, los rescatistas dieron inicio a la operación de salvamento el domingo con cuatro niños. Los buzos tomaron a un niño por viaje para llevarlo a través de los 4 km de recorrido.

Héroe de nuestro tiempo

El buzo que murió en el rescate

° El buzo Saman Kunan, de 38 años, y exmiembro de las fuerzas de élite de la Marina de Tailandia, murió durante la operación de rescate.

° Saman se presentó como voluntario y estaba transportando oxígeno entre dos puntos en la red subterránea, algo que tiene que hacerse en etapas ya que las distancias son muy grandes.

° Después de llevar las provisiones, el buzo perdió el conocimiento cuando salía del complejo de cuevas de Tham Luang —un recorrido de cinco horas—.

° “Tras haber entregado una reserva de oxígeno, en el camino de vuelta se quedó sin aire”, declaró Passakorn Boonyaluck, vicegobernador de la provincia.

° “Se quedó inconsciente en el camino de vuelta, su compañero intentó revivirlo y sacarle, sin éxito”, precisó el comandante Arpakorn Yookongkaew.

Monje y entrenador
° Para muchos, Ekapol Chanthawong, el entrenador de fútbol de 25 años, fue imprudente al meter a los niños en la cueva. Incluso algunos lo acusaban de ser culpable. Pero no es la primera desgracia que se le presenta en la vida: cuando tenía 10 años, sus padres y su hermano de 7 murieron por una enfermedad respiratoria.

De acuerdo con el diario Daily Mail, una tía del joven relata que Ekapol tuvo que ser internado en un monasterio donde se convirtió en un monje budista.
Luego se dedicó al fútbol. Y al ocurrir la tragedia, envió una carta a los padres de los niños pidiéndoles perdón y prometiendo cuidar de los menores. Las familias dijeron que no tenían que perdonar, sino agradecer. Es otro de los héroes.