LUIS REINOSO GARZON
El 7 de julio fue declarado Día Nacional del Cóndor Andino, como una forma de sensibilizar a la población sobre la conservación de esta ave en peligro de extinción y que constituye un símbolo de identidad ecuatoriana.
Hace muchos años era común ver cóndores a lo largo de los Andes ecuatorianos; sin embargo, datos actuales indican que es probable que sobrevivan pocos cóndores en Ecuador; las principales razones para su dramática desaparición son la continua pérdida de sus hábitats y la matanza sin control. Además, esta situación se agrava debido a la falta de programas de educación y conservación, pese a que varios profesionales se encuentran colaborando con el Ministerio del Ambiente en los programas de reproducción y bienestar del cóndor, en especial en el desarrollo de protocolos para el manejo, monitoreo y enriquecimiento de cóndores en cautiverio.
La matanza indiscriminada de cóndores incluye casos tanto de envenenamiento como de cacería por deporte; En muchas ocasiones, los granjeros y dueños de tierras altas piensan que el Cóndor Andino es un depredador de ganado; esta creencia es errónea, pues es un ave carroñera y si, la situación del cóndor sigue así, probablemente en 20 años más, sólo habrá cóndores en los zoológicos o quedarán como un lindo recuerdo en nuestro Escudo Nacional.
Esto porque el cóndor se caracteriza por ser una especie monógama y dicha condición, sumada a su baja tasa de reproducción y factores derivados de la intervención del ser humano en su hábitat.
Otras de las medidas de conservación que se ha implementado son el control de la cacería, prohibida desde enero del año 2000; la identificación, protección de nidos, dormideros y educación ambiental en las haciendas, escuelas y comunidades campesinas de los páramos para que los habitantes de estas zonas ayuden a protegerlos.