Figuras con vestimenta tsáchila en iglesia de Santo Domingo

Lecturas. Los tsáchilas participan y colaboran en las actividades religiosas.
Lecturas. Los tsáchilas participan y colaboran en las actividades religiosas.

Después de que se introdujeran los dogmas católicos en la nacionalidad, ellos buscan no perder sus tradiciones.

Canciones en español y tsáfiqui brindan los tsáchilas a Dios, previo al inicio de la misa en una iglesia de la comunidad Chigüilpe, de Santo Domingo, ubicada a la altura del km 7 de la vía a Quevedo. Se trata del templo parroquial Cristo Luz del Mundo.

La celebración es similar al ritual católico: la música de alabanza, el sacerdote con su vestimenta, las personas en las bancas aplaudiendo mientras cantan, pero hay algo distinto. Las imágenes religiosas tienen algo de curioso, no llevan el mismo atuendo que las que se ven en la mayoría de los templos.

Jesús tiene indumentaria tsáchila, posee el manpetsanpa (falda tsáchila) blanco con negro y se pueden ver las marcas en los brazos, piernas, tronco y rostro. Este es denominado el Cristo Luz del Mundo. Su nombre tampoco es algo al azar, según Agustín Calazacón, habitante del lugar, quien dice que tiene relación con la fiesta Kasama que ellos conmemoran y que significa ‘Nuevo día’.
Los tsáchilas realizan la lectura del evangelio, pasan integrantes al frente: los hombres con su característico cabello pintado con achiote y las mujeres con la vestimenta colorida que las caracteriza.

Relación. El techo de la iglesia es similar al corte y color de cabello de los tsáchilas.
Relación. El techo de la iglesia es similar al corte y color de cabello de los tsáchilas.

Para representar la tradición
Nada de lo que se observa en el monasterio es por casualidad, todo tiene su razón de ser, tal vez no entendible a simple vista, pero hablando con los nativos, todo tiene sentido.

Desde que se está en la parte exterior, la estructura de la iglesia tiene una forma, hecha con un propósito, representar sus costumbres.

El techo del templo se asimila al corte de cabello que se hacen los tsáchilas y el color también tiene que ver con su tradición de pintárselo con mu o achiote.

El santuario tiene siete paredes que simbolizan a las siete comunas tsáchilas. En la parte interior hay una cinta de color en cada pared, que va hasta el centro y se une con las demás, demostrando con esto la unión de las comunas en una sola.

Detalles
De acuerdo con Agustín Calazacón, la iglesia construida tiene alrededor de 30 años; sin embargo, el cambio de las imágenes religiosas es relativamente nuevo.

En cada comuna existe una capilla, pero cada vez que hay una celebración que implique a toda la nacionalidad, se reúnen en Chigüilpe.

El sacerdote de la parroquia manifiesta que las actividades, como la procesión realizada por el aniversario de la parroquia o las misas, son importantes para mantener viva la fe y a través de esta unir a las comunas tsáchilas. Además de lograr lo que todo el ser humano aspira: “la paz y el desarrollo espiritual”, concluye. (DLH)

La armonía

° Los sacerdotes también han tenido el objetivo de provocar reconciliación. Cuando había algún desacuerdo entre integrantes de la comunidad, servían de intermediarios para mejorar la situación y que haya armonía. Así, acuden a las misas semanales y efectúan los rituales católicos a sus dioses tsáchilas.

Creencias

° Los tsáchilas han venerado a los elementos de la naturaleza, incluso, el dios para ellos era el Pipoa o dios Sol Rojo, que se manifestaba en los atardeceres de ese color. Ese tono también se lo veía en los árboles y para ellos representa vida, así como el mu o achiote. Sin embargo, después de la colonización, sus creencias cambiaron.