Valentina De Abreu nació hace 20 años en Caracas (Venezuela), en el seno de una familia que le inculcó desde muy pequeña el valor del trabajo y el sacrificio que demanda alcanzar las metas.
Su primer empleo como modelo lo obtuvo a los 10 meses de nacida y acaparó las portadas de reconocidas marcas de productos para bebés.
En su niñez, también llegó a formar parte de las telenovelas ‘Los Querendones’ y ‘Caramelo y Chocolate’. Además, fue propulsora de varias obras de teatro infantiles y de adultos, en Caracas. Recorrido práctico que le sirvió para cruzar fronteras y, en la actualidad, desenvolverse en la pantalla ecuatoriana.
Un gran salto
Hace seis meses, la joven rubia, de ojos azules, tuvo que abandonar su patria para conquistar otros mercados. A diferencia de otros de sus compatriotas, Valentina llegó a Ecuador en avión y con un contrato bajo el brazo.
En entrevista con Luces, la actriz contó que la oportunidad en Ecuador se le presentó de forma inesperada, mientras animaba un programa juvenil en Caracas. Aunque confiesa que se sentía a gusto, el ambiente en ese lugar no era compatible respecto a la situación que vive actualmente Venezuela. A esto se sumaba el sueño que tenía de hacer actuación en el extranjero.
La modelo confesó que su tío Ángel Ramos, un reconocido fotógrafo venezolano, fue el mediador para que Ecuavisa la contactara.
“El canal estaba buscando un personaje con mis características, que diera vida al personaje de ‘la chama’ y, en esa búsqueda, dieron con la cuenta de Instagram de mi tío, en la que vieron mis fotos. Pidieron que les envíe mi portafolio de trabajo y les gustó. Luego querían un casting”, comenta la artista llanera.
“Me enviaron las escenas y mi tío me grabó con una pequeña camarita, todo improvisado, y después de eso quedé seleccionada”, señala.
“Cuando me dieron esta noticia yo no podía creerlo, no lo pensé dos veces, tuve que renunciar a todo. Estoy feliz por la oportunidad que se presentó y que no podía dejar pasar. Lo más difícil fue dejar mi vida, mis proyectos, mi familia, mi tierra, pero ese es el precio de los sueños”, agregó la caraqueña.
Adaptación
Valentina, quien se define como una mujer intrépida, soñadora y de decisiones firmes, aspira conquistar al público ecuatoriano y considera que lo está logrando.
“En Ecuador, la gente es más apasionada. Si en Venezuela tenía un club de fans, acá tengo ocho y me encanta”.
La actriz confiesa que ya se acostumbró a la cultura criolla. Gusta del encebollado, el bolón, el arroz con menestra e incluso tiene afinidad con el equipo de fútbol Barcelona.
Una de las cosas que la acongoja es ver a sus compatriotas atravesar por una situación difícil.
“Mi corazón se me hace chiquito cuando los veo por las calles pernoctando, ahí agradezco a Dios porque mi situación es otra. Me solidarizo mucho y abrigo la esperanza de que Venezuela cambie y que mi gente pueda volver”, dice.
Valentina revela que su contrato en Ecuavisa culmina a fines de octubre y espera que los directivos la consideren para una nueva producción. (JCL)
FRASES
Lo más difícil fue dejar mi vida (…) pero ese es el precio de los sueños».Abrigo la esperanza de que Venezuela cambie y que mi gente pueda volver».
Los ecuatorianos son muy apasionados».