Floresmilo Velasco, el artesano más longevo de Ecuador

Suceso. Floresmilo tiene una voz muy clara. Vivió su infancia en San Miguel (Bolívar), pero a los 12 años lo sorprendió la muerte de su padre.
Suceso. Floresmilo tiene una voz muy clara. Vivió su infancia en San Miguel (Bolívar), pero a los 12 años lo sorprendió la muerte de su padre.

Un hombre de 107 años lleva ejerciendo labores ancestrales en el corazón del cantón Quinsaloma.

Redacción LOS RÍOS •

Como una predicción de los dioses o una reencarnación de nuestros antepasados, en el cantón Quinsaloma, en Los Ríos, se puede encontrar al artesano más longevo del país.

Se trata de Floresmilo Velasco Peñafiel, de 107 años, un tesoro humano en el arte de tallado, quien con gestos comprimidos y movimientos pausados aún realiza labores de artesanías para su propio uso, como lo hacían sus abuelos. Entregando el aliento y la paciencia.

A su haber tiene la confección de puñales, atarrayas, cabeza de machetes y escopetas. Todo aprendido prolijamente por su ascendencia. Y es que su don no está en sus manos, sino en el alma, en la simpleza de la vida, en el arraigo a la tierra y a sus raíces. Está donde el corazón se hace madera, cabulla, lanza; está en el corazón de Floresmilo.

De casualidad, a los 18 años llegó al cantón Quinsaloma, una tierra considerada de interés arqueológico, ya que allí fueron encontradas, hace décadas, vasijas y otros rastros de antiguas culturas indígenas.

Detalles. Este maestro considera que no hay secreto para mantenerse en buena forma y considera que “esa es la decisión de Dios”.
Detalles. Este maestro considera que no hay secreto para mantenerse en buena forma y considera que “esa es la decisión de Dios”.

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Su hogar se encuentra rodeado por las zonas de mayor atención del Ministerio de Cultura y Turismo como: Loma de Coco, Estero de Piedra, Barrio La Tolas, Balserio, La Colonia y más. Se ha ‘puesto la lupa’ en esas áreas porque allí fue donde se encontró la mayor cantidad de vestigios ancestrales. Esto hace que sus conocimientos sean mucho más valorados.

A pesar de sus edad, en sus manos se puede ver el reflejo de lo que sus padres y abuelos le enseñaron en su niñez: destreza.

Su vida ha llevado un proceso acelerado y ha hecho desde chalos, canastos, entre otros productos, pero recuerda que en su juventud también pescaba y cazaba, poniendo en práctica las habilidades ancestrales.

En su larga vida, ha tenido cinco hijos, la mayor de ellos falleció cuando tenía 49 años. Sin embargo, en su caminar lo acompañan sus otros hijos: Héctor, Felipe, Mercy y Leonor, quienes también han aprendido sus destrezas al igual que sus 12 nietos y cuatro bisnietos, con quienes busca que se mantenga viva la tradición de la artesanía, la pesca y la caza. (MZA)