Las figuras públicas están más expuestas en su intimidad

ALTERCADOS. El expresidente Correa (derecha) tuvo diversos altercados con los ciudadanos en sus giras.
ALTERCADOS. El expresidente Correa (derecha) tuvo diversos altercados con los ciudadanos en sus giras.

Académicos debaten sobre la privacidad que reclaman los políticos, sobre todo en las redes sociales.

Que el desarrollo de las plataformas de redes sociales, a través de Internet, ha llevado a un mayor escrutinio de figuras públicas es algo en lo que coinciden académicos y expertos de varias disciplinas.

Es un debate que se mantiene latente y que recobra vigencia cada vez que los comentarios o actuaciones de personajes de farándula o de la política se vuelven virales y generan apasionadas discusiones.

Para la socióloga Natalia Sierra, las redes sociales hacen que las figuras públicas estén mucho más expuestas y de forma directa porque ya no hay la mediación de los medios para la difusión de los mensajes. “La gente que hace opinión pública está sometida a eso”.

En esto concuerda Fernando López, exdecano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central, quien señala que con el desarrollo de mecanismos tecnológicos “hay una mayor visibilidad” de esos personajes.

“Las personas públicas, de hecho, saben que al ser tales, al ser públicas, están condenadas a ver reducida su intimidad”, precisa y compara a los políticos con las estrellas de rock y la farándula, “cuyo propósito mismo de existir está en ser vistos, ser escuchados, estar en la palestra”.

Casos
Franklin Falconí, académico de la Universidad Técnica de Cotopaxi, recuerda que “se han dado casos en los que la ciudadanía establece expresiones de generar toda una denuncia a personajes públicos, increparlos públicamente en la calle, como una acción simbólica social”.

En Colombia, por ejemplo, en tiempos de la última campaña para la Presidencia de ese país, un ciudadano se le acercó al entonces candidato Germán Vargas Lleras, y le increpó en medio de un recorrido: “¿Va a extraditar a los cabecillas de las FARC? ¿Por qué no responde?”.

“¿Por qué no se paró de la mesa de negociaciones a tiempo y por qué no renunció al gobierno de Santos a tiempo?”, continuó, mientras el candidato sonrió y siguió su camino en silencio por las calles de Medellín.

Lo mismo tuvo que afrontar Martín Santos, hijo mayor del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien en Estados Unidos fue abordado por un hombre que le reclamó airadamente, entre otras cosas por las curules que los guerrilleros de las FARC recibieron para el Congreso.

Límites
En Ecuador también se han dado algunos casos que se mantienen en la retina de la gente, como cuando un muchacho le hizo una seña (un yucazo) al expresidente, Rafael Correa, y este se bajó de su carro para reprenderlo y ordenar a la Policía que lo retuviera.

Los académicos concluyen que todo político, “al momento en que se mete a la política y más cuando ese ejercicio político le lleva a ciertos ámbitos de administración del poder, queda bajo el escrutinio de toda la ciudadanía”.

Sin embargo, subrayan que “el derecho de una persona a su integridad, a su intimidad no puede ser violentado por más pública que esta persona sea”, como lo indica el exdecano de la Facultad de Comunicación.

“Ninguna persona, tampoco un periodista, puede transgredir ciertos límites ni tampoco un político, hay códigos, comportamientos fundamentales que deben respetarse, de lado y lado”, remarca. (RVD)

Con los periodistas
° Para los periodistas, igualmente, hay fronteras que deben ser respetadas, pues la misión de estos profesionales es “buscar y verificar los hechos, pero no involucrarse en términos personales o de intereses particulares o de grupo”, indica Falconí.

“Mucho más que otras personas debe ser más cuidadoso, no puede hacer de la condición de periodista una carta blanca para transgredir, para atentar contra la intimidad de nadie a cuenta de que él está buscando la información”, puntualiza el académico Fernando López.