Dulce veneno

LUIS REINOSO GARZÓN

Debido a la gran demanda de azúcar en el mundo, las tecnologías se han multiplicado para producir este carbohidrato, así el azúcar de caña de color moreno es refinado para convertirle en azúcar blanca que tiene buena presentación y gran preferencia por los consumidores. Sin embargo, en el comercio se dispone diferentes clases de azúcares como la de color morena, melaza, azúcar sin refinar, azúcar de frutas, de maíz, de leche, de remolacha, monosacáridos, disacáridos y polisacáridos, todos son azúcares.

El azúcar blanco, se elabora refinando el producto de la caña, un proceso en el que participan muchos productos químicos sintéticos, el problema es que el componente final no contiene ninguno de los nutrientes, como vitaminas, minerales, enzimas, de la planta original, por lo tanto, el azúcar blanco en un carbohidrato simple artificial, insípido desvitalizado.

El azúcar refinado de la remolacha y la caña es sacarosa, que hasta mediados de la década de 1970, era el principal azúcar consumido por los estadounidenses sin embargo los fabricantes descubrieron una fuente más barata de azúcar refinada: el maíz del que se desarrolló un proceso que consiguió cambiar la fructosa natural del maíz a la glucosa, y luego, al agregar productos químicos sintéticos, se puede volver a convertir en azúcar artificial que le dieron el nombre de fructosa alta.

Hoy, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa es el edulcorante preferido en la mayoría de los refrescos y alimentos procesados que se puede leer en las etiquetas; recordemos, que la fructosa natural está contenida en la mayoría de las frutas y verduras crudas; es un alimento natural el mismo que en cantidades moderadas de fructosa natural pueden ser fácilmente digeridas por el cuerpo sin estrés ni agotando las reservas de minerales. La fructosa natural no causa la diabetes ni es adictiva.

El jarabe de maíz con elevado contenido de fructosa alta, no puede digerirse bien, es adictivo y causa obesidad, daño en el riñón, deficiencias minerales, especialmente cromo, cobre, calcio y magnesio, que se puede evitar consumiendo azúcar morena.