Yo pienso que…

CARLOS TRUJILLO SIERRA

Debo pensar más y usted, y usted y usted de más allá tienen que pensar y ejercitar la libertad de pensamiento. No deje que otros piensen por usted y peor crea que el gobierno -o a lo que así se llama- pueda pensar por todos. Peor si el gobierno a través del aparato educacional decide por usted qué debe pensar. En la educación más o menos libre, o más o menos liberadora hay un salto cuántico al cambiar el paradigma de qué pensar por el cómo pensar. Saltamos del seguimiento sumiso a la prepotencia y queremos pensar independientemente.

Cuando hace unos 60 años, la India, hoy con casi 1.300 millones de habitantes, obtuvo su liberación política, cerca de 600 reyecitos, rajás, ranís y beguns fueron desechados por millones y millones de pobres y analfabetos que hasta hoy siguen en la dura lucha por la independencia económica, científica y social. Nos dijeron que se había abolido el analfabetismo y luego tuvieron que tragarse esas falsas medallas. Todos podemos pensar por nosotros mismos y cuando desaparezcan los analfabetos no tendremos que hacer campañas para que la gente utilice postes, árboles (como perros) o rincones para orinar.

Pienso, y recuerdo también que por la misma época o un poco más tarde, mientras nosotros ya teníamos más de 100 años recorriendo por el sendero electoral, existían más o menos una decena de partidos o movimientos. En las primeras elecciones libres en su vida todo el pueblo de Indonesia, alfabeto o analfabeto votó haciendo un hueco en la casilla con el símbolo de su partido preferido. Siguen avanzando y venciendo muchas dificultades, y qué decir de nosotros que hemos llegado a tener legalizados 175 movimientos políticos (Indonesia anda cerca de los 300 millones de habitantes y nosotros no llegamos a 20), una proliferación antojadiza, egoísta e interesada.

Rechazamos el término de tercermundista para la educación escolar y pretendemos tener una educación de primer mundo cuando los instructivos, los mandatos dictatoriales, y la preparación docente, y la intromisión del Estado hasta en los contenidos científicos nos condenan irremediablemente a un cuarto o quinto mundo. Hace cerca de 20 años se inventó el subsidio escolar -5 dólares mensuales y los contreras querían pagar por semestre- y al mismo tiempo el Alcalde de Brasilia pagaba 50 dólares mensuales y 100 dólares por pasar el año.

Por si acaso, alguien haya olvidado Brasilia es la capital de Brasil y Sao Paulo (con alrededor de 25 millones de pobladores) es la capital económica -y en las escuelas de barrio, nada de milenios- los niños de 8 a 14 años bajo la guía de sus maestros (sin maestrías ni doctorados) aprenden a discernir.

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