Descerebrados

ORLANDO AMORES TERÁN

El cerebro se les derrite a los castro-narco-comunistas, luego se les escurre por las orejas, dejándolos sordos, ante la evidencia del saqueo propiciado por el innombrable. Y sólo atinan a repetir: tenemos lindas carreteras. Qué difícil hacer que entiendan que no hay comparación entre el ingreso que tuvo el Ecuador desde 1905, hasta 2006, que fue de aproximadamente 28.000 millones de dólares que al cambio actual son 178.000 millones de dólares; frente al ingreso del 2007-2017, de 400.000 millones de dólares.

El atraco es inconmensurable, porque el saqueo no hizo nuevos ricos, a los vinculados al régimen, solamente; sino que además, financió la franquicia Irán-Cuba, que pretende controlar América Latina. No hay que perder de vista que la narco-guerrilla casi se toma toda Colombia, se acaban de apropiar de México, controlan Venezuela, Nicaragua, Bolivia, para explotar a su propia gente como lo hace Cuba, donde un torcedor de habanos, elabora 150 puros al día (7 cajas, a 100 dólares c/u); produce 700 dólares diarios, y le pagan 1 dólar al día. La utilidad es para el régimen castro-narco-comunista.

Es indignante el atraco, al comparar los montos y observar que la administración de justicia nada hace para recuperar el futuro de la Patria, que nos arranchó esta organización criminal durante la década infame. De los prófugos, ordenan prisión; de los detenidos, ordenan la libertad; a los sentenciados, les rebajan la pena, pero en ningún caso recuperan lo robado. Además, dejen de echarnos en cara la obra realizada en la década infame, porque todos los regímenes tienen la obligación de hacer obra pública con celeridad, eficiencia, eficacia, sin sobreprecio; y nosotros, el deber de fiscalizarla, porque son nuestros dineros. De ahí que no tenemos porqué ser «agradecidos», puesto que sería como agradecer al cajero automático del Banco, cada vez que retiramos nuestra plata. Un administrador público responsable, respetuoso, no dice: ¡hagan esto! Aplica del modo más eficaz los adelantos técnicos y científicos que se traduzcan en mejores servicios, a menor costo, sin sobreprecio para el pueblo, para evitar que la corrupción la paguemos en las facturas o con incremento de impuestos.