Castigo para los actores del caos y debacle económica

ATILIO RUGEL ALBÁN

Decían nuestros abuelos cuando las autoridades no cumplían con sus obligaciones: “déjense de macanas” lo que significaba enojo y forma de rechazo a la manera de actuar. Los que hemos tenido la dicha de pisar el siglo XXI, debemos desprendernos del pasado si este constituye un obstáculo para nuestro crecimiento y desarrollo presente y futuro. Es obligación de las nuevas generaciones cerrar etapas y círculos para que los conflictos desaparezcan y entonces sí podemos entender de dónde debemos partir, dónde estamos y dónde queremos estar.

En el folclor esmeraldeño, los narradores de cuentos nos hablan de ‘La Tunda’, que sacando camarones por su trasero los daba a quienes atrapaba para internarlos en la selva y donde si los familiares no lo rescataban seguían una vida alejada de la civilización; claro está que son leyendas. Pero hoy que tenemos a nuestros astutos y mal intencionados políticos que por circunstancias de milagros llegan a ostentar dignidades relevantes, nos tienen entundados (mareados) a los 16.5 millones de compatriotas, que no pueden disfrutar de la prodigiosa naturaleza que nos ha dado el Ser Supremo.

Los principales diarios del país traen como noticia: ‘Correa tiene siete abogados para defenderse de uno de los casos de la cadena de juicios que se le vienen encima; dos abogados en el exterior, cuatro en el país y un asesor legal’. El pueblo del Ecuador reclama la presencia del exmandatario para que se defienda en territorio y no corra ni se refugie en otros países que por desgracia tienen leyes que favorecen a infractores y como todos decimos “el que nada debe nada teme”. Cuando digo que estamos entundados ustedes, por lógica y sentido común entienden lo que quiero expresar y es que se vuelve a ratificar el hecho de que en el país no hay justicia y que el dinero lo hace todo porque compra conciencias y las sentencias son el resultado de la moneda que llena los bolsillos de autoridades venales.

Voy a citar unos pocos casos para enumerar anomalías del gobierno saliente: ¿Será acaso que los miembros de la Corte de Justicia están perdiendo el sentido de la razón o es que cuando estudiaron lo que les enseñaron no lo asimilaron bien y por eso hoy cometen errores en las apreciaciones de la Ley? Se vendieron las fábricas de cemento Chimborazo y Guapán, se destruyeron fábricas del Ejército, quebró TAME y la Flota Petrolera Ecuatoriana, se entregó el petróleo a Petrochina, Petroriente y Petrólium, así como a Repsol de España, a AGIP OIL, a Schulumberger de Francia, entregó minas de oro, plata y cobre en Zamora, etc.